La separación evolutiva entre los hominoides y los llamados monos del viejo mundo ocurrió apenas desde hace 28 y 29 millones de años, más tarde de lo que sugería el enfoque genético, según artículo difundido por la revista Nature.
Análisis del genoma indicaban que la escisión entre los hominoides y los cercopitécidos había ocurrido entre 30 y 35 millones de años a principios del Oligoceno. Los hominoides son primates catarrinos sin cola, entre los que se encuentra el hombre y los simios, y los cercopitécidos se clasifican como monos del viejo mundo, a partir de los que evolucionaron babuinos y macacos.
Sin embargo, el hallazgo en Arabia Saudita del fósil de un animal que vivió entre 28 y 29 millones de años muestra que esa separación ocurrió más arriba en el árbol evolutivo. El autor principal del estudio, William Sanders, de la Universidad de Michigan, Estados Unidos, aclaró que la corrección en la fecha no cambia la forma en que se piensa sobre los orígenes de la especie humana.
Pero si contribuye a acortar el período de tiempo en que surgió el grupo del cual se originó el ser humano y sus ancestros. \»Ahora podemos buscar en este período de 28 a 24 millones de años\», indicó.
La nueva especie apodada Saadanius hijazensis tenía características propias de los catarrinos arcaicos, pero no comparte ninguno de los rasgos avanzados propios de los monos del viejo mundo. El hallazgo posiblemente contribuya a aclarar una vieja polémica sobre las características faciales del ancestro de los simios y monos del viejo mundo. Una teoría sugiere que tenía una cara y frente redonda, mientras que otra defiende que pudo poseer una cara alargada y una frente estrecha y triangular.
Londres, julio 16/2010 (PL)

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