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Según la Asociación Española contra el Cáncer, en España se diagnostican al año alrededor de 3000 nuevos casos de cáncer de hígado. En total, la padecen más de 6000 personas.
La termoablación es un procedimiento mínimamente invasivo que ha demostrado eficacia para el tratamiento del cáncer de hígado y metástasis hepática. Cirujanos hepatobiliares, oncólogos y radiólogos procedentes de toda España y Portugal, debatieron recientemente en Madrid, durante la `IV Jornada de Actualización del Tratamiento Ablativo Oncológico Multidisciplinar´ organizada por Medtronic, sobre esta técnica y su implementación en España.
Un dato relevante es que a día de hoy se estima que el 50 % de los pacientes son elegibles para un tratamiento mínimamente invasivo de termoablación. Sin embargo, se calcula que solo la mitad de ellos son finalmente tratados con este procedimiento.
La última generación de este tipo de procedimiento ofrece tres tipos de control de energía: térmico, de campo y de longitud de onda. Esto permite mantener zonas de ablación esféricas y precisas durante la técnica, dando a los clínicos una previsión real del resultado. La termoablación también tiene indicación para metástasis hepática, una enfermedad que desarrolla el 50 % de los pacientes con cáncer colorrectal, el más frecuente en España. En estos casos, los profesionales se enfrentan al problema de la refrigeración del tejido por los vasos hepáticos y a la necesidad de un mayor volumen de ablación; la precisión de esta técnica de última generación les ofrece mayor predictibilidad, con el consecuente aumento de opciones para sus pacientes.
Históricamente, la falta de predictibilidad en el tamaño y forma de la ablación con que se trataban los tumores significaba no cubrir por completo el tejido, provocando recurrencias de la enfermedad. Según el Dr. Santiago Méndez, especialista de la sección de Radiología Vascular Intervencionista del Hospital Puerta de Hierro de Madrid y coordinador de la reunión, los últimos sistemas de termoablación «han demostrado una eficacia en torno al 90 por ciento en lesiones por debajo de tres centímetros en cáncer hepático».
La intervención, que se realiza con sedación anestésica bajo control ecográfico y preserva de forma importante la función del órgano, tiene una duración aproximada de una hora. «Lo habitual es que el paciente sea dado de alta al día siguiente y haga vida normal en tres días«, destaca el Dr. Méndez.
Durante el encuentro, además de los beneficios de la tecnología, los asistentes resaltaron la importancia de la creación de Comités de Tumores como herramienta clave para aumentar la coordinación, optimizar la toma de decisiones y mejorar la comunicación entre los distintos especialistas que tratan al paciente.
febrero 27/2019 (immedicohospitalario.es)