oct
29
La hemorragia intracerebral está asociada a una elevada morbimortalidad y su aumento de volumen en fases iniciales conlleva un peor pronóstico.
El signo de la mezcla, la densidad heterogénea, la morfología irregular y un nivel líquido en el hematoma se relacionan con un crecimiento precoz del hematoma, por lo que un reciente estudio ha pretendido determinar si esas cuatro características se asocian a una mayor mortalidad a los 7, 30 y 90 días de ocurrida la hemorragia intracerebral.
Se trata de un estudio de cohortes retrospectivo que incluyó a todos los pacientes atendidos en un hospital, entre 2010 y 2015, por una hemorragia intracerebral espontánea y que contaban con una tomografía computarizada cerebral realizada en las primeras seis horas tras el inicio de los síntomas.
De los 158 pacientes incluidos, 23 (14,6 %) presentaban signo de la mezcla, 39 (24,7 %) heterogeneidad, 53 (33,5 %) irregularidad y 33 (20,9 %) nivel líquido. En el análisis bivariante, solo la heterogeneidad y la irregularidad se asociaron a mayor mortalidad a los 7, 30 y 90 días. En el análisis por regresión logística multivariante, el tratamiento previo con antiagregante plaquetario, una puntuación en la escala de coma de Glasgow menor de 13 y la irregularidad se asociaron a una mayor mortalidad en los siete primeros días.
En conclusión, existiría asociación entre la irregularidad del hematoma y la mortalidad en los siete primeros días. La irregularidad permitiría identificar a pacientes con peor pronóstico, en los que una vigilancia estricta, especialmente de factores relacionados con el crecimiento del hematoma, podría mejorar su pronóstico. El estudio fue publicado por Rev Neurol 2018.
octubre 28/2018 (neurologia.com)