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Dormir lo suficiente de manera habitual ha demostrado ayudar a mantener a través de los años el cuerpo sano y la mente aguda. Pero no basta con dormir al menos siete horas. Un nuevo estudio sobre patrones de sueño sugiere que seguir cada día un horario fijo de sueño, yéndose a dormir y levantándose a las mismas horas, es igualmente importante para la salud cardiaca y metabólica, y ello puede ser de especial importancia en las personas de más de 50 años de edad.
El equipo de Jessica Lunsford-Avery, profesora de psiquiatría en la Universidad Duke en Durham, Carolina del Norte, Estados Unidos, estudió a 1978 personas con edades comprendidas entre los 54 y los 93 años y ha constatado que las personas con horarios de sueño irregulares pesaban más, tenían más azúcar en sangre, mayor presión sanguínea y un mayor riesgo proyectado de sufrir un ataque al corazón o un derrame cerebral en el plazo de 10 años que aquellos que se iban a dormir y se levantaban a las mismas horas cada día.
Quienes duermen con un horario irregular también tienen una mayor probabilidad de sufrir depresión y estrés que quienes siguen un horario regular.
De entre los sujetos de estudio, los afroamericanos tenían horarios de sueño más irregulares que los de los participantes blancos, chino-americanos o hispanos.
Lo hallado muestra una asociación (aunque por ahora no está demostrada una relación de causa y efecto) entre la regularidad del horario de sueño y la salud cardiaca y metabólica.
octubre 19/2018 (noticias de la ciencia)