Se estima que la prevalencia de los problemas sexuales en las enfermedades reumáticas está entre un 36 y un 70 por ciento. Las causas son diversas. La alteración de la imagen corporal, debida a las deformidades que pueda haber, puede conducir a una pérdida de la autoestima y a una disminución de la satisfacción sexual, o pueden estar referidas a fases en las que existe una alta actividad de la enfermedad donde el dolor, la fatiga, la rigidez, e incluso la disfunción eréctil, disminuyan el deseo y la frecuencia de las relaciones sexuales.
Se han descrito problemas específicos para algunas enfermedades reumáticas, como son el síndrome de Sjögren, la espondilitis anquilosante, la artritis reumatoide, la artropatía psoriásica, el lupus o la artrosis de cadera.
En las mujeres con síndrome de Sjögren, la sequedad vaginal o la inflamación local (vaginitis) puede producir dispareunia (nombre médico para referirse al coito doloroso, que abarca desde la irritación vaginal postcoital hasta un profundo dolor) en el 40 al 50 por ciento de las pacientes. Pero también puede existir dispareunia en la esclerodermia, en la artritis reumatoide y en el lupus eritematoso sistémico.
En la esclerodermia y en el fenómeno de Raynaud la esclerosis de los dedos y las úlceras digitales pueden interferir en el tacto y la estimulación sexual. Las lesiones psoriásicas en los genitales pueden dificultar las relaciones sexuales. Los hombres con espondilitis anquilosante, lupus eritematoso y artritis reumatoide refieren episodios de impotencia, disfunción eréctil y disfunción testicular.
El proyecto Qualisex
A pesar de la importancia que pueden tener en la vida cotidiana del paciente, existe una falta de comunicación en lo que concierne a la sexualidad, de manera que el tema del sexo no suele ser abordado en las consultas de forma habitual y tampoco se contempla en los cuestionarios empleados para evaluar la calidad de vida de los pacientes.
Por ello, desde la Sociedad Española de Reumatología (SER) se ha puesto en marcha el proyecto ‘Qualisex’ con el fin de mejorar la evaluación de la salud sexual en estos pacientes.
Se trata de un proyecto que pretende adaptar y validar en nuestro país un cuestionario sobre salud sexual en pacientes con artritis reumatoide (AR). Las preguntas han sido elaboradas por un grupo de trabajo en el que también participaron seis pacientes con esta enfermedad y ha sido validado en Francia. Consta de diez cuestiones sencillas que permiten cuantificar de 0 (no impacto) a 10 el impacto de la AR sobre la sexualidad.
La evaluación de los problemas sexuales requiere de instrumentos válidos, fiables y que sean fáciles de aplicar. Existen estudios donde se han utilizado cuestionarios concretamente desarrollados para este fin, pero no han sido validados. La mayoría de estudios incluyen pocas personas y tienen una baja participación. Si se adapta ‘Qualisex’ a la población española, dispondremos de una herramienta que permitirá investigar sobre el impacto que tiene la sexualidad en nuestros pacientes con AR.
Con este cuestionario autoadministrado se dispondrá de una herramienta útil, tanto para la práctica clínica como para la investigación. Se podrá utilizar en estudios observacionales y en ensayos para evaluar la eficacia de intervenciones o incluso de nuevos tratamientos sobre este importante aspecto de la calidad de vida de nuestros pacientes. Al ser un cuestionario desarrollado con su implicación, refleja aquellos aspectos de la AR referidos por ellos mismos que más impactan sobre su sexualidad.
Aunque se han descrito casos de impotencia e interferencia con la apetencia sexual con algunos fármacos, en general los tratamientos utilizados en estas dolencias no parecen afectar al funcionamiento sexual.
Las enfermedades reumáticas no deberían suponer ningún impedimento para mantener relaciones sexuales satisfactorias y hay que recordar la importancia que tiene la confianza con los profesionales de la salud.
Asimismo, habría que destacar la importancia de la comprensión por parte de la pareja. En este sentido también resulta fundamental la comunicación, es decir, mantener un diálogo abierto sobre los sentimientos, juegos, deseos y necesidades sexuales.