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En septiembre del 2017 la región de las Américas fue declarada libre de tétanos materno y neonatal, enfermedad que causaba la muerte a más de 10 000 recién nacidos al año en los países del territorio.
En el año 2017 se declaró la eliminación de la enfermedad en Haití, lo que permitió alcanzar la meta regional. El tétanos materno y neonatal es la sexta enfermedad prevenible mediante vacunación que se elimina en la región, tras la erradicación de la viruela en 1971, la poliomielitis en 1994, la rubéola y el síndrome de la rubéola congénita en 2015 y el sarampión en 2016.
«La eliminación del tétanos materno y neonatal constituye otra prueba de que las vacunas funcionan y salvan la vida de innumerables madres y bebés», señaló Carissa F. Etienne, Directora de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS). «Sigamos protegiendo a las personas de nuestra región e invirtiendo en programas nacionales de vacunación fuertes y capaces de vacunar a todas las personas y de detectar con rapidez las enfermedades prevenibles mediante vacunación.»
A diferencia de otras enfermedades prevenibles mediante vacunación, el tétanos materno y neonatal se considera eliminado cuando la tasa anual es de menos de 1 caso por 1000 nacidos vivos a nivel distrital. El tétanos no puede erradicarse plenamente porque la bacteria que causa la enfermedad, el Clostridium tetani, se encuentra en todo el ambiente en el suelo o en las heces de muchos animales.
Antes de que la vacunación moderna generalizada contra el tétanos materno y neonatal empezara en los años setenta, esta enfermedad causaba la muerte de más de 10 000 recién nacidos cada año en la región de las Américas, una cifra que, debido a un grave problema de subnotificación de los casos, los expertos consideraban baja. Según datos de la OMS, el tétanos neonatal se cobró la vida de cerca de 34 000 recién nacidos en el 2015, lo que representa una reducción de 96 % con respecto a 1988, cuando unos 787 000 recién nacidos murieron por el tétanos en su primer mes de vida.
El tétanos neonatal por lo general ocurre cuando el muñón umbilical del recién nacido, aún sin cicatrizar, se infecta con la bacteria C. tetani, en particular cuando el instrumento usado para cortar el cordón umbilical no es estéril, la superficie donde nace el bebé está sucia, las manos de quien ayuda en el parto están sucias o se aplican sustancias tradicionales nocivas al muñón umbilical. A menudo es mortal porque la parálisis impide al bebé respirar y amamantarse. Se previene vacunando a las embarazadas contra el tétanos usando la vacuna contra el tétanos y la difteria o la vacuna antitetánica, y garantizando prácticas higiénicas durante el parto y después.
Gracias al progreso reciente en la eliminación mundial, 43 países, entre los cuales se encuentra Haití, han eliminado el tétanos materno y neonatal entre el año 2000 y junio del 2017. En el mundo aún hay 16 países que todavía no han eliminado la enfermedad.
«Los niños y sus madres son el tesoro más precioso que tiene la Región de las Américas. Promover su salud y mejorar sus perspectivas de vivir una vida plena es la mejor apuesta que podemos hacer, como organización y como parte de la comunidad humana, para construir un futuro brillante», destacó María Cristina Perceval, Directora Regional del UNICEF para América Latina y el Caribe.
Tomado de la OPS/OMS