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En el congreso ASH17 se han presentado dos estudios españoles sobre mieloma múltiple quiescente (MMQ), una enfermedad asintomática que puede evolucionar al mieloma activo y que suele diagnosticarse de forma «accidental» a partir de la alteración de proteínas totales en un hemograma rutinario.
Por un lado, con el objetivo de frenar la progresión de la enfermedad, en el estudio Centaurus se ha ensayado una monoterapia con daratumumab para pacientes con riesgo intermedio o alto en MMQ. Este ensayo en fase III evalúa tres regímenes de administración de daratumumab, concluyendo que el más intenso utilizado en MM es el que alcanza mejor remisión en MMQ: hasta el 60 por ciento de respuesta global y un 2 por ciento de remisión completa.
«Son resultados preliminares con pocos pacientes (123), pero apuntan a la factibilidad del tratamiento precoz de MMQ con alto riesgo de MM», explica María Victoria Mateos, directora del Programa de Mieloma en el Departamento de Hematología del Hospital Clínico de Salamanca y coordinadora del Grupo Español del Mieloma (GEM).
El GEM ha presentado una opción terapéutica más intensiva con daratumumab, en jóvenes con MM quiescente de alto riesgo, buscando una solución curativa al tratar con inducción, trasplante, consolidación y mantenimiento. «A medida que pasan esas fases, mejoran la respuesta de manera increíble, con un 90 por ciento de remisión completa y un 60 por ciento de enfermedad mínima residual negativa». Los resultados son muy prometedores a solo 10 meses de seguimiento.
diciembre 21/2017 (diariomedico.com)