A los pacientes con enfermedades inflamatorias se les receta a menudo fármacos antiinflamatorios no esteroideos. También se les recomienda frecuentemente que utilicen un medicamento para proteger su estómago. Unos investigadores han llegado a la conclusión de que esta combinación de medicamentos puede resultar en una inflamación del intestino delgado. Sin embargo, si se proporciona además un antibiótico (rifaximina), el intestino se mantiene protegido.

Los antiinflamatorios no esteroideos atacan a menudo el recubrimiento del estómago, así que a los pacientes se les receta también algo para protegerlo de ellos. Pero esta combinación daña los intestinos, a juzgar por lo que se ha determinado en la nueva investigación. Los fármacos antiinflamatorios pueden causar inflamación a través de todo el tracto gastrointestinal y los fármacos protectores gástricos, que son inhibidores de la bomba de protones, tienen un impacto negativo sobre la flora bacteriana intestinal, de manera que el intestino delgado puede verse colonizado por bacterias indeseables. Esto puede afectar negativamente al microbioma, altamente individual, de la persona en cuestión.

Estos científicos estudiaron sesenta voluntarios sanos a lo largo de un periodo de catorce días, vigilando la reacción debida a los fármacos en el tracto intestinal, usando para ello una técnica de visualización mediante cápsula endoscópica. Este proceso implica tragarse una cápsula que contiene una cámara, la cual toma después imágenes automáticamente mientras avanza por el tracto gastrointestinal, y las transmite hasta un sistema de grabación de datos portátil exterior. Las imágenes pueden entonces ser analizadas en el ordenador y la cámara es excretada de la forma normal.

Los voluntarios fueron examinados antes que nada con cápsula endoscópica, y después divididos en dos grupos. Uno recibió diclofenaco con omeprazol como protección gástrica más el antibiótico rifaximina. Mediante modelos animales, ya se había comprobado que dicho antibiótico tiene un efecto beneficioso y protector sobre los intestinos en el contexto adecuado. El otro grupo recibió un placebo en lugar de la rifaximina. Dos semanas después, se efectuó otra endoscopia con cápsula y esta mostró notables inflamaciones en el intestino delgado en aproximadamente un tercio del segundo grupo. El otro, que había recibido rifaximina, mostró una cantidad muy inferior de cambios inflamatorios y, cuando estos ocurrían, eran menos graves.
abril 27/2017 (noticiasdelaciencia.com)

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