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Un estudio realizado en Bélgica desvela que los hijos nacidos de hombres sometidos a la inyección intracitoplasmática heredan una baja calidad del semen.
Los primeros resultados de un estudio del grupo más antiguo del mundo de hombres jóvenes concebidos por medio del tratamiento de fertilidad inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI) han demostrado que tienen una cantidad y calidad de espermatozoides más baja que los hombres que fueron concebidos de forma espontánea.
El estudio, que se publica en Human Reproduction, ha encontrado que estos hombres, con edades comprendidas entre los 18 y 22 años, tenían casi la mitad de la concentración de espermatozoides y dos veces menos en el recuento total de espermatozoides y total de espermatozoides móviles que los hombres de la misma edad concebidos naturalmente.
ICSI fue iniciado en el Centro de Medicina Reproductiva en la Vrije Universiteit Brussel (VUB), en Bruselas, que estuvo encabezada por André Van Steirteghem, uno de los co-autores de esta investigación. Los informes de los estudios actuales son de 54 hombres, nacidos en los primeros años de ICSI entre 1992 y 1996, cuando sólo se empleaba ICSI para tratar la infertilidad masculina.
Transmisión de baja fertilidad
Van Steirteghem y sus colegas sabían que los problemas que habían causado infertilidad en el padre, por lo general los factores genéticos, pueden ser heredados por la descendencia de estos hombres. Sin embargo, hasta ahora, las preguntas sobre la fertilidad de los descendientes mediante ICSI no se podían contestar debido a su corta edad.
«Estos resultados no son inesperados», reconoce Van Steirteghem. «Antes de que se realizara la ICSI, se informó a los futuros padres de que es muy posible que sus hijos podían tener problemas de espermatozoides y semen igual que sus padres. Para todos los padres, esta información no era una razón para abstenerse de someterse a ICSI.
Accedieron a participar en el estudio 54 de un total de 215 hombres jóvenes nacidos con ICSI y se les comparó con un grupo control de hombres de la misma edad que habían sido concebidos naturalmente. Se les pidió que proporcionaran una muestra de semen, muestras de sangre y también se les realizaron otros controles sanitarios.
Los investigadores ajustaron sus resultados en función de factores que podrían afectar a la calidad del semen, como la edad, el índice de masa corporal (IMC), malformaciones genitales, el tiempo desde la eyaculación al análisis y el período de abstinencia.
«El estudio muestra que las características del semen de los padres sometidos a ICSI no predicen los valores de semen en sus hijos. Está bien establecido que los factores genéticos juegan un papel en la infertilidad masculina, pero pueden intervenir muchos otros factores. Por otra parte, la correlación no es lo mismo que la causalidad», apunta Van Steirteghem.
octubre 06/ 2016 (Diario Médico)