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Los farmacéuticos deben asumir ‘la responsabilidad de mitigar las consecuencias ambientales’ del consumo de medicamentos, que a causa del abuso provoca un gasto innecesario de 500 mil millones de dólares anuales.
El gasto innecesario y el daño al medio ambiente son algunas de las conclusiones del 76 Congreso de la International Pharmaceutical Federation (FIP), que con la asistencia de dos mil farmacéuticos de todo el mundo, finalizó en Buenos Aires.
El congreso de la FIP aprobó una moción específica sobre la responsabilidad de los farmacéuticos en preservar el medio ambiente y que abarca todo el curso del uso de medicamentos, desde la fabricación hasta la distribución y prescripción y dispensación.
La declaración final del congreso recomendó a los farmacéuticos ‘trabajar para fomentar las prácticas de prescripción racionales y limitar el número general de las dosis prescritas (y dispensadas) a cantidades razonables, y que hacen del asesoramiento sobre el impacto ambiental de los medicamentos parte de su práctica’.
La FIP propuso ‘prácticas ambientales sostenibles’ que sintetizó en el concepto de ‘farmacia verde’ y pidió a los gobiernos que ‘incluyan la evaluación de los riesgos ambientales como parte del proceso de aprobación de medicamentos’.
‘Esta declaración reconoce el desafío global del efecto perjudicial de los productos farmacéuticos en el medio ambiente’, señaló la vicepresidenta de la FIP, la finlandesa Eeva Terasalmi.
Durante el congreso de la FIP, se presentaron estudios científicos demostrativos que ‘500 mil millones de dólares al año podrían ahorrarse si se logra un uso responsable de los medicamentos’.
‘La atención de salud ya no puede separarse de las cuestiones sociales,’ afirmó la española Carmen Peña, presidenta de la FIP, al destacar la ‘coordinación socio-sanitaria’ que requiere la atención de los pacientes entre los farmacéuticos de la comunidad y los demás profesionales de la salud.
Los pacientes en estos momentos actuales tienen nuevas demandas. Nuevas necesidades. Ellos están aumentando en número y edad. Muchos de nuestros sistemas de salud fueron creados en el siglo veinte para una sociedad de los pacientes con enfermedades agudas, pero hoy en día vivimos en una sociedad de los pacientes con enfermedades crónicas, muchas de las cuales requieren la polimedicación, analizó Peña.
También afirmó que el fomento de la confianza, mejorar la comunicación y el intercambio de información debe incluir a profesionales no sanitarios, tales como gerentes de hospitales , abogados y economistas, todos los cuales son esenciales para la construcción de un nuevo concepto de atención de la salud.
El Congreso de la FIP estimó que al menos 940 millones de personas viven en países en los que más de 193 000 oficinas de farmacia potencialmente pueden ofrecer acceso a servicios de vacunación.
Las cifras surgen de un estudio encargado por la FIP al University College de Londres, que se difundió durante el congreso.
El estudio realizado en 45 países detectó que casi en la mitad (44 %) se dispone de farmacias que ofrecen servicios de vacunación, lo que demuestra la expansión y la creciente aceptación de los servicios de farmacia de inmunización en todo el mundo.
septiembre 02/ 2016 (ANSA).- Tomado del Boletín temático en Medicina. Prensa Latina. Copyright 2016. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.