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Un artículo publicado en Revista Española de Cardiología (REC) revela una elevada prevalencia (61%) de déficit de hierro (DH) en pacientes con angina inestable o infarto agudo de miocardio.
La prevalencia de déficit de hierro en pacientes con síndrome coronario agudo que ingresan en el hospital es más frecuente de lo que se pensaba, según han detectado científicos del Grupo de Investigación Biomédica de Enfermedades del Corazón del Instituto de Investigación del Hospital del Mar de Barcelona (IMIM).
Los investigadores han publicado una carta científica en la Revista Española de Cardiología (REC), que edita la Sociedad Española de Cardiología (SEC), en la que por primera vez se pone de manifiesto que el 61 por ciento de los pacientes que ingresan con un infarto agudo de miocardio o angina inestable presentan carencia de este mineral, según un estudio prospectivo realizado durante casi dos años por el Hospital del Mar.
Además, este déficit es persistente en la mitad de los casos un mes más tarde del ingreso por el evento coronario. Como explica Oona Meroño, autora principal del estudio, ya es conocido que la falta de hierro es prevalente en la insuficiencia cardiaca crónica e implica un peor pronóstico del paciente; sin embargo, no se ha reflejado en la literatura científica qué ocurre en los pacientes que han sufrido un evento coronario agudo.
«Nuestra sorpresa ha sido que el déficit de hierro es muy frecuente en pacientes que ingresan con síndrome coronario agudo», comenta la experta, quien añade que han observado tres factores predisponentes en el estudio: los niveles bajos de hemoglobina, el consumo previo de ácido acetil-salicílico y un estado inflamatorio marcado -con niveles elevados de interleucina 6- que se relacionan de forma independiente con la falta de hierro.
Se trata de un estudio descriptivo con 139 pacientes con una media de edad de 67 años, por lo que aún es pronto para determinar si esto implica un peor pronóstico, pero en la actualidad la muestra de pacientes se está ampliando para seguir estudiando el impacto que este trastorno tan prevalente puede tener en la clínica.
De hecho, en el estudio el déficit de hierro es más frecuente que la anemia, que solo se presentaba en un 28 por ciento de los casos, frente al 61 por ciento del déficit de hierro.
Diferencias entre anemia y DH
Generalmente, se asocia el descenso de los niveles de hemoglobina en sangre a la falta de hierro, pero las causas de la anemia pueden ser varias; la pueden producir alteraciones varias del organismo, enfermedades crónicas o hereditarias, déficit de vitaminas, entre otras. Sin embargo, hay muchos pacientes que ingresan con déficit de hierro, pero que no tienen anemia. «Ahí es donde queremos darle importancia a nuestro hallazgo, porque en muchas ocasiones vemos valores de hemoglobina normal, y no comprobamos si existe déficit de hierro o no. Ahora estamos viendo que el déficit de hierro por sí solo, sin estar asociado a la anemia, podría implicar una evolución clínica diferente en los pacientes que lo presentan», cuestiona Meroño.
Respecto al componente inflamatorio, que a día de hoy no es tratable en la fase aguda del síndrome coronario agudo, se trata de una prueba más de que la inflamación influye en todas las fases de la enfermedad cardiovascular. «La inflamación interviene en el proceso de formación de la placa de ateroesclerosis, y su papel es máximo en el momento de ruptura de esta placa. Sabemos además que la inflamación influye en el déficit de hierro, disminuyendo la absorción intestinal y provocando que el hierro existente en el organismo se bloquee en los depósitos y no esté disponible para aprovecharlo en los procesos en los que es necesario; por tanto, la cascada inflamatoria podría estar interviniendo tanto en la enfermedad cardiovascular como en el déficit del hierro» , explica la investigadora.
julio 5/2016 (Diario Médico)