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Fumar puede cambiar de forma dramática el equilibrio de especies bacterianas en la boca, lo que podría afectar el riesgo de enfermedades de la boca, los pulmones y el sistema digestivo, señala un estudio reciente.
La investigación también halló que la mezcla adecuada de bacterias en la boca se restaura si las personas dejan de fumar. El estudio aparece publicado en una edición reciente de la revista ISME Journal.
Los investigadores analizaron la mezcla de unas 600 especies bacterianas en las bocas (el microbioma oral) de más de 1 200 estadounidenses. Todos tenían 50 años o más. El grupo incluyó a fumadores, ex fumadores y personas que nunca habían fumado.
Los fumadores actuales presentaban un aumento significativo en el crecimiento de más de 150 especies bacterianas, mientras que el crecimiento de otras 70 especies mostraba una reducción marcada. Por ejemplo, la especie de Proteobacteria conformaba menos del 5 % del total de bacterias en la boca de los fumadores, en comparación con alrededor del 12 % en los no fumadores, informaron los investigadores.
Las proteobacterias ayudan a descomponer sustancias químicas que se introducen al fumar, apuntaron los investigadores.
En comparación con los no fumadores, los fumadores tenían un 10 % más de especies de Streptococcus, que fomentan las caries, señalaron los autores del estudio.
La buena noticia es que los investigadores encontraron que las bacterias bucales parecen volver a la normalidad después de que una persona deja de fumar, aunque no está claro cuánto tiempo tarda el proceso. Todos los ex fumadores que no habían fumado durante al menos 10 años tenían el mismo equilibrio de especies bacterianas que los no fumadores, dijeron los autores del estudio.
«Nuestro estudio es el primero en sugerir que fumar tiene un impacto profundo sobre el microbioma oral», dijo el investigador principal del estudio, Jiyoung Ahn, epidemiólogo y profesor asociado del Centro Médico Langone de la NYU, en la ciudad de Nueva York.
«Pero se necesitan más experimentos para probar que esos cambios debilitan las defensas del cuerpo contra las sustancias cancerígenas del humo de tabaco, o que provocan otras enfermedades en la boca, los pulmones o los intestinos», apuntó Ahn en un comunicado de prensa del centro.
Investigaciones anteriores han vinculado los desequilibrios en las especies bacterianas en el sistema digestivo con trastornos inmunes como la enfermedad de Crohn, además de algunos cánceres gastrointestinales, según las notas de respaldo del estudio. Más de tres cuartas partes de los cánceres orales se asocian con fumar, pero no se sabe si los cambios relacionados con fumar en las poblaciones bacterianas de la boca contribuyen al riesgo de esos cánceres.
Tomado de HealthDay