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El enfisema puede ser tratado con válvulas implantables para facilitar la respiración y mejorar la resistencia durante el ejercicio de los pacientes.
La técnica reemplaza la cirugía de alto riesgo que se emplea para extirpar un lóbulo pulmonar dañado y aumentar la capacidad respiratoria de los tejidos más saludables, revela un estudio holandés publicado en la revista New England Journal of Medicine.
Según la autora principal, Karin Klooster, de la Universidad de Groninga, ahora tienen evidencias de que la terapia sirve. No podemos curar a los pacientes, pero les aliviamos los síntomas, añadió.
Una prueba previa había dado poco resultado, porque la técnica sólo funciona en los enfermos con el tejido pulmonar dañado aislado y sin pérdidas de aire en el tejido sano, explicó.
Los resultados del estudio llamado Stelvio surgen de 68 pacientes, en los que a 34 se le implantó las válvulas y el resto actuó como un grupo control, con los cuidados habituales y cirugía de reducción pulmonar.
A propósito de ello, la mejoría respiratoria apareció en pocos días. Los pacientes liberaban un 21 % más de aire el primer segundo de exhalación, comparado con apenas un tres por ciento en el grupo control.
Sin embargo, los expertos advirtieron sobre algunos problemas que se pueden presentar, como la presencia de aire no deseado en el tórax o neumotórax, que puede ser mortal.
Al decir de Klooster, lo positivo del tratamiento es que se puede revertir. Ante una complicación, se pueden retirar las válvulas, señaló.
De aprobarse, el tratamiento costaría entre 22 mil y 27 mil 500 dólares, incluidos los costos de la pesquisa para asegurarse su efectividad, y el seguimiento, adelantó.