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19
Con solo 16 semanas los fetos oyen y responden a la música, siempre que ésta se emita desde la vagina de su madre.
Es la principal conclusión del estudio Fetal facial expression in response to intravaginal music emission, que se publica en Ultrasound, y se ha realizado desde el Instituto Marqués, de Barcelona, con la colaboración de Alberto Prats, catedrático de Anatomía y Embriología Humana de la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona.
Los fetos responden a ese estímulo abriendo la boca y sacando la lengua, con movimientos de vocalización -previos a la adquisición del lenguaje-. «Hemos descubierto que la fórmula para que los fetos oigan es emitir música desde la vagina de la madre. El sonido que les llega por el abdomen de su madre casi no lo oyen: los tejidos blandos del abdomen y del interior del cuerpo de la madre absorben las ondas sonoras», ha explicado Marisa López-Teijón, jefa de Reproducción Asistida del Instituto Marquès y principal autora del ensayo.
Para realizarlo se contó con la participación de más de 100 embarazadas entre las semanas 14 y 39 de gestación. Las participantes se dividieron en tres grupos, en cada uno de los cuales se utilizó un tipo de estimulación fetal diferente: música emitida por vía abdominal, música por vía vaginal y vibraciones sonoras no musicales emitidas también desde la vagina. Las embarazadas a quienes se les aplicó música por vía vaginal se colocaron un dispositivo diseñado específicamente para el estudio, capaz de emitir a una intensidad media de 54 decibelios, el equivalente a una conversación en tono bajo o música ambiental. La música elegida fue la Partia in A Minor for Flute Alone-BWV 1013, de Johan Sebastian Bach.
Reacciones
El equipo de investigadores comparó por ecografía la reacción de los fetos y los resultados fueron estadísticamente significativos. Aplicando música vaginal, el 87 % de los fetos movieron la boca o la lengua y cerca del 50 % reaccionó con un movimiento muy llamativo, abriendo muchísimo la mandíbula y sacando la lengua al máximo, según ha explicado Alex García Faura, director científico de Instituto Marqués y coautor del artículo. Aplicando música emitida desde el abdomen o vibraciones sonoras, estos cambios en las expresiones de los fetos no se observaron.
Según Prats, «creemos que la música induce una respuesta de movimientos de vocalización porque activa circuitos cerebrales de estimulación del lenguaje y de la comunicación». Según esta hipótesis, una vez completada la formación del oído interno, cuando al feto le llega a través de la cóclea un estímulo auditivo que incluye ritmo o melodía, se activan centros muy primitivos del tronco del encéfalo en el área relacionada con la conducta social que inducen a la vocalización. Un grupo de células llamado colículo inferior es el que detecta el sonido. Si a estas células les parece que el sonido es armónico y lo asocian a música, se estimulan y activan los nervios responsables de movilizar la boca, la mandíbula y la lengua para vocalizar.
Por eso, según López-Teijón, este trabajo muestra la comunicación con el feto, que es capaz de responder a estímulos a partir de las 16 semanas, pese a que la literatura establecía que la funcionalidad del sistema auditivo se había confirmado sólo a partir de la semana 26.
Aplicaciones de la respuesta fetal
El dispositivo emisor de música desarrollado permite descartar la sordera fetal: si el feto responde a la música quiere decir que no es sordo. Hasta ahora no había ningún método de diagnóstico de sordera antes de nacer.
Aporta una mayor eficacia y rapidez en las ecografías. Al inducir movimientos fetales, se ven mejor todas las estructuras y se acorta el tiempo de exploración.
Supone una reducción del estrés de la madre. Está especialmente indicado en mujeres con alto grado de ansiedad y cuando no notan los movimientos fetales porque emitiendo música provocamos que el feto responda y la madre lo note.
Abre una importante línea de investigación pre y postnatal a muchos niveles.
octubre 17/2015 (Diario Médico)
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