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Los médicos, por lo regular, señalan a la diabetes tipo II como consecuente de la ingesta exagerada de alimentos y falta de ejercicio; sin embargo, existen cerca de 50 genes que generan cambios en el DNA, conocidos como polimorfismos, que cuando se combinan con el medio ambiente presentan un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad, menciona la doctora Marta Patricia Ostrosky Wegman, directora del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“Esto no quiere decir que todo el que se exponga a factores contaminantes va a padecer diabetes, sólo aquellos que tienen polimosfirmos susceptibles a desarrollarla”, precisa la doctora en Farmacología”.
Agrega que existen sustancias que se conocen como obesógenos y diabetogenos, como pesticidas, cadmio, el químico bisfenol A, entre otras, que pueden alterar los genes.
El más conocido es el arsénico, que proviene de los mantos freáticos y contamina el agua de estados como Coahuila, Sonora, Hidalgo y Chihuahua. En México, la minería y la sobreexplotación de acuíferos subterráneos son el principal factor para que este metaloide afecte el vital líquido.
La investigadora de la UNAM, quien por más de 20 años ha llevado a cabo diversos estudios científicos al respecto, descubrió que las personas que ingieren este tipo de agua son susceptibles a desarrollar diabetes, debido a que el arsénico modifica la enzima calpaina 10, que altera la secreción de insulina en el páncreas.
Respecto a esto, señaló que en una investigación in vitro realizada en la zona de la Comarca Lagunera (conformada por cuatro ciudades de los estados de Coahuila y Durango) se determinó que las personas que ingieren mayores cantidades de agua contaminada con arsénico cuentan con polimorfismos en los genes de calpaina 10, que altera las células y evita que el organismo aproveche la glucosa, por ello muestran susceptibilidad a desarrollar diabetes.
Por ello, la Comarca Lagunera desde hace años implementa medidas para combatir la contaminación de agua con arsénico; una de ellas es mezclar el líquido limpio con el contaminado, así como la promoción de la ingesta de agua embotellada en las zonas donde es posible adquirirla.
Ostrosky Wegman detalla que el arsénico además de ser un diabetógeno es un factor para desarrollar cáncer de piel y vejiga. “No podemos ser tan drásticos y decir que sólo comer carbohidratos y no hacer ejercicio causa diabetes. Hay otros parámetros en los que tienen que ver los genes y su interacción con el medio ambiente. Debemos conocer cuáles son las sustancias tóxicas que se acumulan en el medio ambiente y evitar su exposición”.