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Científicos de España y Estados Unidos han descubierto que no existe un único tipo de esquizofrenia, sino que se trata de un grupo formado por ocho trastornos genéticamente distintos, cada uno de los cuales presenta su propio conjunto de síntomas. Esta nueva investigación, en la que han participado 4 mil 196 enfermos diagnosticados de esquizofrenia, ha identificado por primera vez las redes de genes distintos que contribuyen a que existan ocho clases diferentes de esquizofrenia.
El trabajo ha sido publicado en el «Am Journal Psychiatry»
En la investigación fueron incluidos 3 mil 200 personas sanas, que actuaron como grupo control.
La tarea de los investigadores ha consistido en identificar la manera en que los genes interactúan unos con otros, de manera orquestada en el caso de los pacientes sanos, o desorganizada, como ocurre en las formas que conducen a las distintas clases de esquizofrenia.
Así, en algunos pacientes con alucinaciones o delirios, por ejemplo, existen distintas redes de genes relacionadas con sus síntomas, lo que demuestra que las variaciones genéticas específicas interactuaron para crear una certeza del 95 % de sufrir esquizofrenia.
En otro grupo, encontraron que el discurso incongruente y el comportamiento desorganizado se asocian específicamente con una red de variaciones de ADN que llevan a un riesgo del 100 % de padecer esquizofrenia.
Se dividió a los pacientes según su tipo y la gravedad de los síntomas positivos o negativos. Paralelamente, se organizaron los perfiles de estos síntomas en ocho trastornos cualitativamente distintos según las condiciones genéticas subyacentes.
En total, los investigadores identificaron 42 grupos de genes que influyeron de diversas maneras en el riesgo de padecer esquizofrenia. También replicaron sus hallazgos en dos muestras independientes de personas con esquizofrenia, un indicador de que estas redes son una vía válida para explorar y mejorar el diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad.
enero 21 / 2015 (Neurología)