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Mientras la guitarrista rasguea el instrumento y canta suavemente una canción de cuna en español, el diminuto Agustín Morales deja de quejarse en su cuna en un hospital y cierra los ojos.
Es una sesión de terapia en la unidad neonatal de cuidado intensivo y las investigaciones sugieren que la música podría ayudar a los nacidos prematuramente a adaptarse a la vida fuera del útero materno.
Algunos bebés prematuros son demasiado pequeños y frágiles como para ser sostenidos y tranquilizados por el contacto humano, y muchos suelen ser fastidiosos y manifestar otros indicios de estrés. Otras complicaciones comunes incluyen pulmones inmaduros, deficiencia ocular, problemas para succionar y dificultades para dormir.
Estudios recientes e informes anecdóticos sugieren que las vibraciones y ritmos tranquilizantes de la música, especialmente la interpretada en vivo en el mismo hospital, podría beneficiar a los prematuros y a otros bebés enfermos.
Muchos aseguradores no pagan por la terapia musical debido a dudas de que produzca alguna mejoría médica duradera. Algunos médicos dicen que la música es positiva para aliviar el estrés de los bebés y para ayudar al vínculo de los padres con infantes demasiado enfermos como para llevarlos a casa.
Pero en medio de monitores, líneas intravenosas y tubos de plástico para respirar en las salas de infantes en el Hospital de Niños Ann & Robert H. Lurie en Chicago, la terapeuta musical Elizabeth Klinger presenta un contraste tranquilizante que hasta los bebés más diminutos parecen advertir.
«Lo que la terapia musical puede suministrar exclusivamente es esa experiencia de audición pasiva que estimula la relajación del paciente y la participación de la familia», dijo Klinger después de una reciente sesión para Agustín en el hospital.
Los padres del bebé, Lucy Morales y Alejandro Morán, estaban junto a la cuna y tarareaban la canción mientras Klinger entonaba canciones de cuna tradicionales, en español y en inglés.
«La música lo tranquiliza» y le ayuda a dormir mejor, afirmó Lucy Morales. «A veces nos hace llorar».
Algunas familias piden música de rock o ritmos enérgicos, pero Klinger siempre disminuye el tempo para hacerlo más accesible a los oídos tiernos.
«Muchas veces las familias temen interactuar con sus niños cuando están demasiado enfermos y frágiles, y la música les ofrece algo que todavía pueden hacer», explicó la terapeuta, que trabaja de tiempo completo en esa función pero cuyos servicios se suministran gratuitamente.
Los terapeutas musicales dicen que las actuaciones en vivo en los hospitales son mejores que la música grabada porque los pacientes sienten las vibraciones de la música y se benefician al ver a los músicos.
Más de dos docenas de hospitales en Estados Unidos ofrecen terapia musical en sus unidades pediátricas de terapia intensiva y su popularidad crece, dijo Joanne Loewy, terapeuta musical que dirige un programa de música y medicina en el Centro Médico Beth Israel en Nueva York.
mayo 16/2013 (AP)
Tomado del boletín de selección temática de Prensa Latina: Copyright 2013 «Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.»