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Cada vez es más posible conservar la fertilidad de una mujer congelando durante años tejido de sus ovarios e implantándolo después para lograr un embarazo.
La técnica, llamada criopreservación, consiste en extraer a una mujer una porción de su tejido ovárico, congelarla a muy bajas temperaturas y años más tarde implantarle ese tejido.
El procedimiento comenzó a usarse hace ocho años para conservar la fertilidad de mujeres jóvenes que iban a ser sometidas a tratamientos de cáncer.
Estos tratamientos, como la quimioterapia o radioterapia, destruyen el tejido sano de la mujer y sus posibilidades de concebir.
Desde entonces la técnica, que sólo se practica en algunos centros especializados, ha resultado en el nacimiento de varios bebés sanos en el mundo.
Tal como expresan ahora los expertos, quizás es momento de que la congelación ovárica sea un procedimiento más ampliamente utilizado para beneficiar a las mujeres en todo el mundo que, por algún motivo, desean conservar su fertilidad y postergar la menopausia.
«La preservación de la fertilidad es ahora un componente clave del cuidado de las pacientes jóvenes de cáncer» expresó el doctor Gianluca Dennarelli durante la conferencia de Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHRE) que se celebra en Turquía.
«Aunque sigue siendo un procedimiento difícil, la criopreservación de corteza ovárica debe seguir ofreciéndose a las jóvenes y niñas antes de tratamientos de cáncer potencialmente gonadotóxicos».
Contra el reloj biológico
Pero el científico agregó que dado que la técnica de congelación ha demostrado que puede extenderse durante un número ilimitado de años, ahora debe practicarse más ampliamente para beneficiar a más mujeres.
«Nosotros y otros grupos ahora creemos que la congelación de tejido ovárico para conservar la fertilidad no debe seguir siendo considerado experimental sino debe ser reconocido como una práctica rutinaria que debe ofrecerse en casos apropiados».
«La edad, por ejemplo, es una importante consideración» agregó el doctor Gennarelli.
El médico de la Clínico Universitaria Sant’Anna en Turín, Italia, presentó los detalles del caso de una joven que logró un embarazo y nacimiento exitosos después de una congelación ovárica de siete años.
Según el científico «esta brecha de siete años representa uno de los intervalos más largos de tiempo entre la fecha en que se congeló el tejido y la fecha de un trasplante exitoso».
«Esto demuestra que con esta técnica puede lograrse un embarazo incluso después de años de crioalmacenamiento» dijo.
Originalmente, cuando el procedimiento comenzó a utilizarse, los científicos pensaron que el tejido sólo podría preservarse durante algunos meses o uno o dos años, lo cual daría a las pacientes de cáncer tiempo para recuperarse y concebir.
Pero los resultados de las nuevas investigaciones, tal como expresó el doctor Gennarelli, han «superado todas las expectativas».
Largo intervalo
Según el científico «hasta ahora no hemos sabido que la criopreservación de tejido ovárico tenga algún límite de tiempo».
Otros investigadores, como el doctor Jacques Donnez de la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica, incluso han logrado prolongar más tiempo el intervalo entre la congelación y el implante en la paciente.
El investigador informó en junio de 2012 de un intervalo de 10 años entre la congelación y el embarazo.
Hasta ahora han nacido 22 bebés en el mundo con esta técnica, todos sanos y todos de forma natural, sin necesidad de tratamiento de reproducción asistida.
Y los beneficios del procedimiento, como anunciaron otros científicos durante la conferencia, no sólo implican la postergación de un embarazo sino también la recuperación de la función hormonal, la cual se ha observado en la mayoría de las mujeres que recibieron los trasplantes.
Esto significa que una mujer que retrasa la menopausia también retrasa la aparición de enfermedades vinculadas a ésta como osteoporosis.
El doctor Sherman Silver ha llevado a cabo varios trasplantes de tejido ovárico congelado en el Hospital St Luke en St Louis Missouri, Estados Unidos.
Tal como expresa el científico, la criopreservación «es una opción para la mujer que desea tener su propio hijo genético pero no anticipa comenzar una familia en muchos años» dice el médico.
Sin embargo, dice, con el paso de los años la fertilidad de una mujer se reduce significativamente y «a los 40 años es probable que ya haya agotado todos o la mayoría de sus óvulos fértiles».
Por lo tanto, «la congelación de tejido ovárico es una nueva solución para estas mujeres» agrega.
Los expertos subrayan, sin embargo, que es necesario llevar a cabo más estudios para confirmar los riesgos y beneficios de la postergación de la menopausia.
Porque aunque esto podría reducir la osteoporosis y trastornos cardiovasculares, también podría incrementar el riesgo de algunos tipos de cáncer.
julio 6/2012 (Diario Salud)