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La doctora Ana María García Quintana, coordinadora general de la organización de la «I Jornada sobre encefalomielitis miálgica», celebrada recientemente Madrid, aseveró en el transcurso de la misma que las repercusiones de esta enfermedad en el niño son «devastadoras» y lamentó que existan pocos grupos de trabajo y que no haya unidades dirigidas a este colectivo.
Asimismo, la Dra. García Quintana subrayó la importancia de que los profesionales sanitarios, los educadores y los padres fomenten la creación de grupos de trabajo dirigidos a menores, para los cuales no existe tanta experiencia acumulada como en los adultos.
Este experta explicó que, hasta 1994, los síntomas de esta enfermedad eran similares en niños y en adultos; sin embargo, hoy se sabe que, en menores, la encefalomielitis miálgica tiene una «mayor afectación neurológica», que se manifiesta en forma de cefaleas, y los afectados padecen un mayor dolor abdominal.
A su vez, esta enfermedad presenta comorbilidades, como disfunción vegetativa, hipertensión postural, taquicardia, colon irritable, síndrome de las piernas inquietas, sensibilidad química múltiple y trastornos psicológicos.
La Dra. García Quintana sostiene que, en la actualidad, existen técnicas objetivas de medición de los síntomas, como el test de tolerancia al esfuerzo, que permiten definir un «patrón característico» tanto a nivel cognitivo como físico. En este sentido, señala que, «cuanto antes se diagnostica la enfermedad, mejor es la evolución».
El tratamiento de la encefalomielitis miálgica pasa, en palabras de esta especialista, por la terapia conductual-cognitiva, y tratamientos farmacológicos para el dolor.
A juicio de la Dra. García Quintana, el principal reto que tienen ante sí los afectados por encefalomielitis miálgica es «vivir con normalidad», ya que esta patología fomenta el aislamiento social y «en muchos casos, desencadena la pérdida del trabajo y la desestructuración familiar».
marzo 19/2012 (Jano)