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Las personas que no pueden leer y comprender la información médica no tendrían un buen estado de salud general, demuestra una revisión de estudios publicada en Annals of Internal Medicine.
El alfabetismo en salud se refiere a la capacidad de leer y comprender información sobre una enfermedad o de manejar las cifras asociadas con la salud. Un diabético, por ejemplo, utiliza varios números a diario, ya sea para controlar el nivel de azúcar como para contar los carbohidratos que ingiere.
\»Hay mucha atención puesta en cuán adecuadamente la población comprende la información que recibe\», dijo Nancy D. Berkman, investigadora de RTI International, un instituto sin fines de lucro de Research Triangle Park en Carolina del Norte.
El equipo de Berkman halló en 96 estudios publicados que las personas con bajo nivel de alfabetismo en salud, que se suele medir con test cortos de lectura y manejo de números, solían tener más internaciones que la población con mejor dominio de los temas de salud.
Además, realizaban más consultas al departamento de emergencias y eran menos propensas a acceder a ciertos servicios preventivos, como la vacuna antigripal o la mamografía.
Hay muchos factores que influyen en el nivel de alfabetismo en salud. Los adultos mayores suelen tener más problemas con el lenguaje médico y los números que los jóvenes. Lo mismo ocurre con la población con menor nivel educativo formal.
Pero Berkman señaló que aún cuando los estudios controlan esos factores, la relación entre el alfabetismo en salud y la baja calidad de salud personal se mantiene.
Los adultos mayores con poco conocimiento de temas de salud suelen tener un mal estado clínico general y a morir antes que el resto, según las evidencias disponibles.
En uno de los estudios revisados, los autores habían seguido a casi 3300 adultos mayores de Estados Unidos durante siete años. Durante el estudio falleció el 38% del grupo con poco conocimiento de temas de salud, comparado con el 19% de los participantes más informados.
Sin embargo, ningún estudio revisado demostró que el analfabetismo en salud sea la causa. Pero, en general, la revisión respalda la noción de que el conocimiento en salud es importante, según un editorial sobre los resultados.
\»El estudio refuerza lo que sostiene la sabiduría popular: aumentar el alfabetismo en salud permitirá mejorar los resultados clínicos\», escriben Cynthia Baur, de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), y Nancy Ostrove, de la Administración de Alimentos y Fármacos de Estados Unidos (FDA).
Berkman comentó que hay investigadores que están estudiando cómo resolver el problema, desde hacer que la información escrita sea más \»amigable\» con los consumidores hasta ayudar a los médicos a mejorar la comunicación con los pacientes.
En el 2010, el Departamento de Salud de Estados Unidos lanzó un plan nacional con ese propósito. Un objetivo del llamado \»National Action Plan to Improve Health Literacy\», se trabaja con la industria y otros grupos para reducir el lenguaje médico en los folletos para los pacientes, los formularios médicos, las recomendaciones oficiales y los sitios de internet, entre otros.
Además, según Berkman, la población puede tomar ciertas medidas para mejorar su conocimiento de los temas de salud: si una persona no comprende algo que el médico le dice o lo que le da para leer, no debe asumir que es responsable del problema.
\»No tiene que tener miedo de hacer preguntas sobre una enfermedad o algo que leyó\», dijo Berkman. Llevar a la pareja o un familiar a la consulta también es una buena idea, en especial cuando una enfermedad es complicada o existen varios problemas de salud.
julio 24/2011 (Reuters Health)
Nota: Los lectores del dominio *sld.cu acceden al texto completo a través de Hinari.
Nancy D. Berkman, Stacey L. Sheridan, Katrina E. Donahue, David J. Halpern, Karen Crotty. Low Health Literacy and Health Outcomes: An Updated Systematic Review. Ann Intern Med, julio 19/2011 155:97-107.