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El accidente de Fukushima fue ubicado al mismo nivel de gravedad que el de Chernóbil, al declararse el máximo nivel de alerta nuclear de la Escala Internacional de Eventos Nucleares y Radiológicos (INES), en la averiada central japonesa.
El Servicio de Seguridad Nuclear japonés precisó que situó el accidente en nivel siete, en \»base a medidas de yodo y cesio registradas en el medio ambiente\», pero que la decisión definitiva correrá a cargo de un comité de expertos internacionales.
Aunque no se han reportado muertos por radiaciones, la medida fue tomada ante el riesgo que representa para la salud humana la continua exposición a esas sustancias.
También se ordenó la evacuación de los habitantes de la zona, más allá de los 20 kilómetros indicados en un inicio, cuando el terremoto y tsunami ocurridos el 11 de marzo pasado desencadenaron la catástrofe.
Sin embargo, pese a que el accidente de Fukushima tiene casi el mismo nivel de gravedad que el de Chernóbil, muchos consideran que las emisiones radiactivas son por ahora inferiores a las de la central de Ucrania.
Otros, como el especialista nuclear Kenji Sumita de la Universidad de Osaka, aseguran que igualar ambos accidentes es ir demasiado lejos, pues es improbable que Fukushima tenga el mismo tipo de impacto en la salud de los habitantes de las naciones vecinas que tuvo Chernóbil, indicó.
El 26 de abril de 1986, en el reactor número cuatro de la central de Chernóbil, en Ucrania, se produjo el que ha sido considerado el mayor accidente de la historia nuclear.
Una serie de acontecimientos graves dieron lugar a una explosión y posterior incendio que derrumbaron el edificio donde se encontraba el reactor con liberación de fuertes cantidades de radiactividad a la atmósfera. Los niveles fueron perceptibles en los países escandinavos y otras naciones del hemisferio norte.
Miles de personas de Ucrania, Rusia y Belarús, las repúblicas ex soviéticas más afectadas, murieron desde entonces y millones se contaminaron por la lluvia de isótopos radiactivos.
Tres décadas más tarde, otra catástrofe nuclear es equiparada con aquella.
Sin embargo, a pesar que las consecuencias pueden ser similares, expertos identifican una serie de diferencias entre una y otra.
Así destacan que la unidad cuatro de Chernóbil era un reactor moderado por grafito y refrigerado por agua, mientras que en Fukushima los reactores con agua hirviendo carecen de un núcleo de combustible de grafito.
En este caso además, el combustible nuclear se fundió, al menos en parte, pero los operadores han logrado desde entonces enfriar tanto los reactores como las piscinas de combustible usado y por ahora no se ha producido una reacción en cadena.
Asimismo comparan las estructuras de contención, pues Chernóbil no tenía y nada detuvo el escape de los materiales radiactivos.
Los reactores de Fukushima los construyeron sobre cimientos de granito y rodeados por estructuras de acero y hormigón, aunque las estructuras de contención, así como algunas de las tuberías que conectan con el reactor, pudieran estar dañadas por el tsunami.
Chernóbil contaminó un área de hasta 500 kilómetros desde la planta y un perímetro de 30 kilómetros en sus alrededores y se mantiene en la actualidad como una zona de exclusión y deshabitada.
En Fukushima todavía no ha sido posible evaluar el impacto en la población y en el medio ambiente, ya que no han concluido las labores de medición.
No obstante, es posible que tanto para una y otra central nuclear, la verdadera magnitud de los daños sean difíciles de aquilatar en toda su magnitud, mientras de seguro, las secuelas de la catástrofe perdurarán por varias generaciones.
Tokio, abril 11/2011(PL)
Tomado de Selección Temática de Prensa Latina: Copyright 2011 \»Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.\»
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