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Naciones Unidas abrió a la firma de los Estados miembros de la Convención sobre Diversidad Biológica (CDB) el recién acordado \»Protocolo de Nagoya\» sobre la protección de la biodiversidad.El nuevo instrumento podrá ser suscrito hasta el 1 de febrero del año próximo y también establece las normas para el acceso y la participación en los beneficios que aportan los recursos genéticos.
El protocolo fue elaborado en una reunión celebrada en octubre pasado en la ciudad japonesa de Nagoya y tiene por objetivo la protección de las especies y los ecosistemas y repartir los beneficios de ese trabajo de forma más equitativa para el 2020.
Como uno de los aspectos esenciales, el texto aumenta de 13 a 17% el total de áreas de tierras protegidas del planeta y de 1 a 10% el de los océanos.
Según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en el presente hay casi 48 000 especies amenazadas en todo el mundo y 17 000 de ellas están en peligro de extinción. Ese riesgo afecta al 21% de los mamíferos, el 30% de los anfibios, el 12% de las aves, el 28% de los reptiles, el 37% de los peces de agua dulce, el 70% de las plantas y el 35% de los invertebrados.
El texto de Nagoya incluye un plan estratégico de 10 años sobre las acciones destinadas a la salvación de la biodiversidad y al logro de las metas de la CDB, en vigor en 1993, así como las referidas al financiamiento necesario para la lucha en esa materia.
De acuerdo con un estudio del Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA), la merma de biodiversidad obedece, entre otras causas, a la explotación de los recursos, la contaminación, la invasión de especies ajenas, el cambio climático y las modificaciones que sufre el hábitat.
El mundo acaba de celebrar en el 2010 el \»Año Internacional de la Biodiversidad\» y el 2011 es dedicado a los bosques con el objetivo de elevar la conciencia sobre la conservación y desarrollo sostenible de la flora.
Naciones Unidas, febrero 2/2011(PL)