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Al menos un 15 % de las brasileñas afirma hoy haber sido víctima de violación y en la mayoría de los casos ocurrió durante la infancia, según revela una investigación del Instituto Patrícia Galvão. Realizado en asociación con la empresa de pesquisas e inteligencia de negocios Locomotiva, el estudio, que entrevistó a mil personas de todo el país, muestra que un 12 % de las víctimas sufrió violencia sexual a los 13 años o menos.
En más de la mitad de los episodios, las mujeres nunca lo contaron ni buscaron apoyo en el sistema de salud, lo cual evidencia un silencio que perpetúa la impunidad y el trauma.
Las consecuencias son profundas. Ocho por ciento de las interrogadas relató haber quedado embarazada tras la violación y casi la mitad de la población brasileña asegura conocer a una mujer que recurrió al aborto, la mayoría de forma clandestina.
“Son historias comunes en los hogares brasileños. La percepción social confirma que no se trata de casos aislados, sino de un problema estructural que exige respuestas inmediatas”, sostuvo Maíra Saruê Machado, directora de investigación de Locomotiva.
El impacto social es igualmente contundente: seis de cada 10 brasileños aseguran conocer a una víctima de violación en la infancia y más de una quinta parte de la población sabe de algún caso en el que la agresión resultó en embarazo. Tales datos refuerzan el carácter extendido del problema y el temor constante que experimentan muchas féminas en su vida diaria.
Para Marisa Sanematsu, directora de contenidos del Instituto Patrícia Galvão, la encuesta también desvela la persistencia de percepciones culturales equivocadas.
“Muchos aún no identifican como violación situaciones en las que no existe consentimiento real. Eso refleja un desconocimiento de derechos y la normalización de prácticas abusivas en la sociedad brasileña”, alertó.
El sondeo señala además que siete de cada 10 mujeres quisieran tener la opción legal de interrumpir un embarazo por violación, lo cual abre un debate sobre derechos reproductivos y la necesidad de políticas públicas más inclusivas. Casi la mitad de los brasileños (47 %) conocen a alguna mujer que abortó en algún momento de su vida. De estos casos, el 71 % se realizó en la clandestinidad, lo que refleja los riesgos para la salud y la vida de las mujeres.
Especialistas subrayan que los datos no deben interpretarse como cifras frías, sino como señales de una emergencia social. La violencia sexual, remarcaron, impacta tanto a las víctimas directas como a su entorno familiar y comunitario.
Con un margen de error de 2,8 puntos porcentuales, la investigación se realizó entre el 11 y 25 de julio, e incluyó a 622 mujeres mayores de 16 años, provenientes de todas las regiones del gigante sudamericano.
30 septiembre 2025 | Fuente: Prensa Latina | Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2025. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A. | Noticia
