Investigadores del Instituto de Investigación Biomédica (IRB) han demostrado que provocar la senescencia en las células de un tumor favorece la respuesta inmune y facilita la eliminación del cáncer, y han probado en ratones que vacunar con células senescentes reduce el desarrollo del cáncer en modelos experimentales de melanoma y tumores de páncreas.

celulas-cancerigenas-se-autodestruyan‘Nuestros resultados indican que las células senescentes son una opción preferente a la hora de estimular el sistema inmune frente al cáncer, y abren la vía a considerar la vacunación con estas células como posible terapia’, ha asegurado el jefe del laboratorio de Plasticidad Celular y Enfermedad del IRB Barcelona, Manuel Serrano, que ha liderado el estudio junto con Federico Pietrocola, ahora en el Karolinska Institutet de Suecia.

Serrano ha recordado que las células del cáncer presentan una serie de características que permiten al sistema inmune identificarlas y atacarla, pero las mismas células generan un entorno que bloquea a las células inmunes y protege al tumor.

Así, las células inmunes no pueden acceder a las células cancerosas y no las pueden eliminar, por lo que desde hace años la comunidad científica trabaja para incrementar la efectividad del sistema inmune, exponiéndolo a células del tumor que están muertas.

En este estudio, que publica la revista Cancer Discovery, han investigado cómo inducir la senescencia en células del cáncer mejora la efectividad de la respuesta inmune antitumoral, en mayor grado que las células muertas que se utilizan de manera habitual.

Los investigadores han vacunado con células de cáncer senescentes a ratones sanos, posteriormente han inducido la formación de tumores y han observado que los animales no desarrollan cáncer o bien se reduce de manera muy significativa el número de ratones que lo desarrollan.

También han analizado la eficacia de la vacunación sobre animales con tumores ya desarrollados y, aunque los resultados son más moderados, por la barrera protectora del tumor, también han observado mejoras.

Los investigadores han ensayado la técnica en modelos de estudio de melanoma, un tipo de cáncer que se caracteriza por presentar mucha activación del sistema inmune, y también en modelos de cáncer de páncreas que, a priori, presenta muy poca actividad inmunogénica, y han visto que la terapia profiláctica es efectiva en ambos casos.

También han complementado el estudio con muestras de tumores de pacientes de cáncer y han corroborado que también presentan una mayor capacidad de activar el sistema inmune.

El grupo estudia ahora el efecto de sumar la vacunación con células senescentes y los tratamientos de inmunoterapia, para estudiar la eficacia combinada de ambas terapias frente al cáncer.

La senescencia es un estado de latencia que alcanzan las células dañadas o envejecidas, en el que no se reproducen pero tampoco desaparecen.

Las células senescentes emiten señales de información a su entorno que advierten de su presencia y favorecen así la respuesta inflamatoria y la regeneración del tejido.

En el contexto del cáncer, el equipo de Serrano ha descubierto que las células senescentes, por sus características, son una buena opción para estimular el sistema inmune y mejorar su respuesta al tumor, en parte porque, al ser células vivas, permanecen más tiempo en el cuerpo que las células muertas, estimulando de manera más prolongada al sistema inmune, y porque, al ser células que no se dividen, no tienen la capacidad de regenerar el tumor.

Este descubrimiento se ha publicado de manera simultánea y en la misma revista que otro artículo, desarrollado en el Memorial Sloan Kettering Cancer Center (MSKCC) de Nueva York y finalizado en colaboración con el IRB Barcelona.

Este otro trabajo, que firma Direna Alonso- Curbelo, ahora jefa del laboratorio Inflamación, Plasticidad Tisular y Cáncer del IRB Barcelona, y Scott W. Lowe llega a conclusiones complementarias, a pesar de estudiar el tema desde un enfoque muy diferente.

En concreto, el trabajo se ha centrado en caracterizar cómo la inducción de senescencia en células tumorales altera la comunicación entre el tumor y el sistema inmunitario en  modelos de cáncer de hígado.

‘Hasta ahora, la mayoría de los estudios se han centrado en la capacidad de las células senescentes para enviar señales inflamatorias a su entorno. Nuestro trabajo demuestra que esta comunicación es bidireccional, descubriendo que la senescencia aumenta la capacidad de las células para recibir señales de su entorno que activan rutas clave para su reconocimiento y destrucción por células T citotóxicas’, ha resumido Alonso- Curbelo.

Según los investigadores, otras enfermedades relacionadas con el envejecimiento y en las que haya una presencia prevalente de células senescentes, como, por ejemplo, la ateroesclerosis, podrían también verse beneficiadas de posibles vacunas con células senescentes.

noviembre 03/2022 (EFE) – Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.

Referencia:

Amor, C., Feucht, J., Leibold, J., Ho, Y. J., Zhu, C., Alonso-Curbelo, D., … & Lowe, S. W. (2020). Senolytic CAR T cells reverse senescence-associated pathologies. Nature, 583(7814), 127-132.

noviembre 4, 2022 | Dra. María Elena Reyes González | Filed under: Farmacología, Inmunología, Investigaciones, Neoplasias, Oncología | Etiquetas: , , |

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