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El sistema climático global se alteró a escala planetaria y este cambio radical ha determinado los patrones climáticos que observamos.
Hace un millón de años, se produjo un cambio importante -la transición del Pleistoceno medio (MPT)- del sistema climático del planeta. Así, antes del MPT los ciclos entre períodos glaciares (más fríos) e interglaciares (más cálidos) tenían lugar cada 41 000 años.
Tras el MPT, los períodos glaciares se hicieron lo suficientemente intensos como para formar capas de hielo en el hemisferio norte que perduraron hasta 100 000 años. Como consecuencia, el sistema climático global se alteró a escala planetaria y este cambio radical ha determinado los patrones climáticos que actualmente observamos.
Un nuevo estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), responde algunas incógnitas abiertas sobre una de las transiciones climáticas más impactantes en todo el planeta desde el inicio de las eras glaciares.
Según el trabajo, hace un millón de años los glaciares empezaron a aferrarse con mayor persistencia en el lecho rocoso y esto provocó ciclos de edades glaciares más largas.
El trabajo está dirigido por los expertos Maayan Yehudai, Steven Goldstein y Joohee Kim de la Universidad de Columbia (Nueva York), y cuenta con la destacada participación de los investigadores Leopoldo D. Pena y Maria Jaume-Seguí, del Grupo de Investigación Consolidado (GRC) en Geociencias Marinas de la Facultad de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Barcelona.
Desde hace tiempo, la comunidad científica estaba desconcertada sobre las causas que provocaron ese cambio radical del clima de la Tierra hace un millón de años. Una posible razón eran los ciclos de Milankovitch, unos cambios cíclicos en la órbita de la Tierra y en la orientación hacia el Sol que afectan a la cantidad de energía que absorbe la Tierra. Estos ciclos se consideran como el principal motor natural de la alternancia de períodos cálidos y fríos durante millones de años en la Tierra pero todo indica que no experimentaron ningún tipo de gran cambio hace un millón de años. «Por tanto, las causas de este cambio deben ser necesariamente internas en el sistema climático del planeta» comenta el profesor Leopoldo Pena, codirector del proyecto que ha financiado esta investigación.
Un estudio pionero en 2014 liderado por Leopoldo D. Pena y publicado en la revista Science ya había demostrado que el MPT estaba asociado con una reducción abrupta en la intensidad del sistema de corrientes oceánicas que transporta calor hacia el norte a través de océano Atlántico (en concreto, la circulación de vuelco meridional atlántico o AMOC). Ahora bien, ¿esta desaceleración estaba realmente relacionada con el cambio de los períodos glaciares? Si es así, ¿cómo y por qué?
El equipo investigador analizó núcleos de sedimentos marinos profundos de los fondos marinos del Atlántico sur y norte. «Lo que encontramos es que el Atlántico norte, justo antes de este cambio en la circulación oceánica, se comportaba de forma muy diferente el resto de la cuenca», comenta Maayan Yehudai, autor principal del trabajo y estudiante del Observatorio de la Tierra Lamont-Doherty de la Universidad de Columbia.
Glaciares más gruesos y adheridos fuertemente a las rocas más duras
Antes de este accidente de circulación oceánica, las capas de hielo del hemisferio norte empezaron a adherirse a su roca base de forma más eficaz. Como consecuencia, los glaciares se hicieron más gruesos y esto provocó un enfriamiento global más radical que interrumpió la cinta transportadora de calor del Atlántico.
Los resultados del trabajo apoyan una hipótesis debatida durante muchos años por la comunidad científica que defiende cómo la eliminación gradual de los suelos continentales resbaladizos acumulados durante las edades de hielo anteriores permitió que las placas de hielo se aferraran más fuertemente a la roca cristalina más antigua y dura que había debajo y se hicieran más gruesas y estables. Así, el trabajo constata cómo el crecimiento y la estabilización de las masas de hielo justo antes del debilitamiento de la AMOC dieron forma al clima global.
«Esta fue una de las transiciones climáticas más importantes y todavía no entendemos por completo cómo se originó», comenta Yehudai. «Nuestro trabajo establece el origen de este cambio en el hemisferio norte y en las capas de hielo que impulsaron ese cambio radical en el sistema climático. Se trata de un descubrimiento científico muy significativo para entender qué lo ha causado y de dónde proviene, y para destacar la importancia que tiene la región del Atlántico norte y la circulación oceánica en el cambio climático presente y futuro».
Referencia:
- Yehudai, M., Kim, J., Pena, L. D., Jaume-Seguí, M., Knudson, K. P., Bolge, L., … & Goldstein, S. L. (2021). Evidence for a Northern Hemispheric trigger of the 100,000-y glacial cyclicity. Proceedings of the National Academy of Sciences, 118(46), e2020260118.
- Pena, L. D., & Goldstein, S. L. (2014). Thermohaline circulation crisis and impacts during the mid-Pleistocene transition. Science, 345(6194), 318-322.