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Implicar a toda la sociedad, mayor coordinación gubernamental, mantener una estrategia que combine vacunas y otras medidas de prevención y mejorar la comunicación, son algunas 57 recomendaciones para acabar con la epidemia de covid que han consensuado 386 expertos de 112 países en un trabajo liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISlobal).
Este estudio mundial, que publica la revista Nature, ofrece recomendaciones prácticas para acabar con la amenaza para la salud pública de la epidemia de covid sin agravar el coste socioeconómico ni poner en mayor riesgo a los más vulnerables.
Los expertos del ISGlobal han advertido de que ‘el SARS-CoV-2 sigue circulando entre nosotros, aunque algunos gobiernos hayan pasado página’, por lo que recuerdan que ‘siguen siendo necesarios esfuerzos y recursos específicos para salvar vidas’.
El estudio se divide en seis temas principales de actuación identificados por los 386 expertos mundiales de diferentes disciplinas para recomendar acciones que acaben con la COVID-19 como amenaza para la salud pública.
Más de 180 organizaciones de 72 países ya han respaldado las conclusiones del estudio liderado por el ISGlobal, centro impulsado por la Fundación La Caixa y que ha recordado que hasta octubre de 2022 se han diagnosticado más de 630 millones de casos de COVID-19 y más de 6,5 millones de muertes, aunque el número real de muertes se ha estimado en más de 20 millones.
Además, millones de pacientes con cáncer y enfermedades crónicas han sufrido peligrosos retrasos en la atención médica, y la covid persistente sigue sin tratamiento definitivo, lo que supone una amenaza constante para los supervivientes, según el ISGlobal.
Los expertos avisan también de que el virus sigue acumulando mutaciones que pueden mejorar su capacidad para evadir la inmunidad previa, por lo que los expertos consideran que la COVID-19 ‘continúa siendo una peligrosa amenaza de salud global’.
El estudio resalta que, a pesar de notables avances científicos y médicos, la respuesta global a la COVID-19 se ha visto obstaculizada por factores políticos, sociales y de comportamiento más extensos, como la información falsa, las dudas sobre las vacunas, la falta de coordinación global y la desigual distribución de equipos, vacunas y tratamientos.
‘Cada país ha respondido de forma diferente, y a menudo inadecuada, lo que se debe en parte a una considerable falta de coordinación y de objetivos claros’, ha denunciado el coordinador del trabajo, Jeffrey V Lazarus, jefe del grupo de investigación en Sistemas de Salud y codirector del Programa de Infecciones Víricas y Bacterianas de ISGlobal y profesor de la Universidad de Barcelona.
Para llegar a un consenso global sobre cómo abordar estas cuestiones en el futuro, Lazarus y sus colegas llevaron a cabo un estudio ‘Delphi’, una metodología de investigación que incita a los expertos a obtener un consenso sobre respuestas a preguntas de investigación complejas.
Un panel multidisciplinar de 386 académicos, sanitarios, de ONG, de gobiernos y de otros ámbitos, procedentes de 112 países y territorios, participaron en tres rondas de consultas estructuradas.
El resultado es un conjunto de 41 declaraciones y 57 recomendaciones en seis áreas principales: comunicación, sistemas de salud, vacunación, prevención, tratamiento y atención, y desigualdades.
Las recomendaciones con mayor prioridad fueron implicar a ‘toda la sociedad’, disciplinas, sectores y actores para evitar la fragmentación de los esfuerzos; una mayor coordinación para identificar, revisar y abordar la resiliencia de los sistemas de salud y hacerlos más sensibles a las necesidades de las personas; y mantener una estrategia ‘vacunas plus’, que combine vacunación y otras medidas de prevención y de comportamiento, tratamientos, y medidas de apoyo económico.
Los expertos también dieron prioridad a recomendaciones para desarrollar tecnologías (vacunas, terapias y servicios) que puedan llegar a las poblaciones diana.
Otras recomendaciones que alcanzaron un acuerdo del 99 % o más fueron: comunicar de manera eficaz con el público, recuperar la confianza pública y fomentar la participación de las comunidades en la gestión de la respuesta a la pandemia.
Sólo seis recomendaciones tuvieron más de un 5 % de desacuerdo, entre ellas la que propone incentivos económicos para hacer frente a la indecisión sobre las vacunas o un enfoque basado en síntomas para diagnosticar la COVID-19 en entornos con poco acceso a las pruebas.
Las 57 recomendaciones están dirigidas a los gobiernos, los sistemas de salud, la industria y otros actores clave.
noviembre 05/2022 (EFE) – Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.