Dos estudios con diferentes enfoques apuntan, de nuevo, al mercado de animales vivos como el epicentro de la aparición del nuevo coronavirus.

imagen real del coronavirus SARS-CoV-2 visto por fueraLas dos investigaciones, que se acaban de publicar en la revista Science, utilizan enfoques complementarios, que consisten en análisis de patrones geográficos, así como estudios genómicos. Ambos proporcionan evidencias de que el mercado de Huanan, en Wuhan (China), fue el epicentro inicial de la pandemia de covid-19.

Los científicos concluyen que es muy probable que el SARS-CoV-2 estuviera presente en mamíferos vivos vendidos en este mercado a fines de 2019 y sugieren que el virus se propagó a las personas que trabajaban o compraban allí a partir de dos transmisiones zoonóticas diferentes, por las que sendos linajes del virus (A y B) circularon en mamíferos no humanos antes de infectar finalmente a personas.

El siguiente paso ahora, coinciden los autores de ambos estudios, debería centrarse en conocer con mayor profundidad lo que ocurrió antes de la irrupción del SARS-CoV-2 en el mercado, incluido el origen de los mamíferos salvajes a la venta, para reducir el riesgo de futuras pandemias.

Si bien los primeros casos conocidos de covid-19 identificados en los hospitales en Wuhan en diciembre de 2019 estaban relacionados con el mercado de Huanan, no se había concluido de forma fehaciente que estas actividades comerciales fueran el desencadenante de la pandemia. Sí, han sido varias las publicaciones científicas que lo han sugerido. No obstante, algunas voces también llegaron a apuntar la hipótesis de que el SARS-CoV-2 salió del Instituto de Virología de Wuhan, como fuga involuntaria o intencionada.

En uno de los trabajos publicado recientemente en Science, dirigido por Michael Worobey, del Instituto de Investigación Scripps de San Diego, en California (Estados Unidos), se examinó el patrón geográfico de los casos de covid-19 en diciembre de 2019, el primer mes del brote.

Rastreo geográfico de los casos

Mediante herramientas de mapeo, estos investigadores estimaron las ubicaciones de longitud y latitud de más de 150 de los primeros casos de virus informados desde diciembre de 2019, incluidos aquellos sin vínculos directos conocidos con el mercado.

La mayor densidad de estos casos se centró en el mercado, concluyen. Al mapear los casos de enero y febrero de 2020 utilizando datos de Weibo -una aplicación de redes sociales que creó un canal para que las personas con covid buscaran ayuda médica-, los investigadores encontraron que, a medida que avanzaba la pandemia, surgían pacientes en otras partes de Wuhan (una ciudad de 11 millones), aunque entre los primeros casos de covid sin conexión aparente con el mercado, gran parte vivían cerca; de esta forma se sostendría el hecho de que primero se infectaron trabajadores y habituales del mercado y, de ahí, la enfermedad se extendió a personas próximas.

En análisis posteriores, también constataron que en el mercado de Huanan se vendieron, al menos noviembre de 2019, múltiples mamíferos que podrían funcionar como animal intermedio para impulsar el salto del coronavirus a los humanos.

De hecho, el análisis de muestras de superficies en el mercado identificó cinco puestos que probablemente vendían mamíferos salvajes vivos o recién sacrificados (algunos que ahora se sabe que son susceptibles al SARS-CoV-2, como mapaches, zorros y perros) en las semanas anteriores a los primeros casos conocidos de covid-19; en esos puestos se confirmó la cercanía de los animales con sus vendedores.

En el otro estudio, encabezado por Jonathan Pekar, de la Universidad de California en San Diego y que aparece también en Science, se analizaron los datos genómicos del SARS-CoV-2 de los primeros casos.

Si bien la diversidad de SARS-CoV-2 aumentó a medida que la pandemia se propagaba desde China a otros países, dos linajes de SARS-CoV-2 (designados como A y B) marcaron su comienzo en Wuhan.

Solo el linaje B tuvo representación en los once genomas secuenciados de humanos directamente asociados con el mercado de Huanan. En cambio, no se estableció que los primeros genomas del linaje A del virus humano tuviera contactos identificados en el mercado, aunque se tomaron muestras de vecinos de la zona.

Por ello, se plantea la hipótesis de que los dos linajes surgieron por separado. Para probarla, Pekar y el resto de investigadores de este estudio analizaron datos genómicos y epidemiológicos desde principios de la pandemia de covid-19 con modelos y simulaciones.

Dos ‘saltos’ diferentes desde el mercado

Las conclusiones de su análisis respaldan la posibilidad de que el virus hubiera saltado en dos ocasiones al ser humano; ambos linajes, A y B, circularon en mamíferos no humanos de forma previa. En el caso del linaje B del SARS-CoV-2 apareció por primera vez en humanos como pronto a finales de octubre de 2019. En cuanto al linaje B es probablemente que lo hiciera a mediados de noviembre de ese mismo año.

Los resultados del estudio de Worobey son consistentes con estos hallazgos, que presentan un escenario en el que los linajes saltaron de los animales a los humanos en dos ocasiones, ambas en el mercado.

Según estos científicos, es poco probable que el SARS-CoV-2 circulara ampliamente entre los humanos antes de noviembre de 2019 y define de estrecha ventana el periodo entre el momento en que el SARS-CoV-2 saltó por primera vez a las personas y el momento en que se conocieron los primeros casos de covid-19.

julio 26/2022 (Diario Médico)

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