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Alemania ultima un paquete de nuevas restricciones, Estados Unidos endurece las exigencias de entrada al país y la UE medita una vacunación obligatoria. Las medidas frente al coronavirus se multiplican en diferentes países del mundo ante la continua expansión de la variante ómicron.
Enfrentada a su peor ola del coronavirus desde el inicio de la pandemia, Alemania debe decretar nuevas medidas como posible cierre de bares y otros lugares públicos a la espera de debatir en el parlamento una eventual vacunación obligatoria.
La cuestión está en la mesa de muchos gobiernos. Austria tiene previsto aplicarla desde febrero, Sudáfrica reflexiona al respecto y la misma presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, invitó a los países europeos a abordar un debate al respecto.
Pero, por ahora, la acción de muchos gobiernos pasó por limitar la movilidad internacional a pesar de la opinión contraria de la OMS y la ONU, especialmente ante las restricciones impuestas específicamente a África austral, donde se avisó en primer lugar de esta nueva variante.
En Estados Unidos, que detectó su primer caso en California, el presidente Joe Biden debe anunciar una nueva campaña contra la pandemia centrada en nuevos requisitos para los viajeros y en un aumento en el esfuerzo de vacunación.
Desde «principios de la semana que viene», todos los viajeros que entren en el país deberán, además de estar vacunados, presentar una prueba negativa realizada el día antes de su partida, informó el jueves la Casa Blanca.
Por otra parte, Japón dio marcha atrás el jueves a su drástica decisión de suspender todas las nuevas reservas para los vuelos de entrada al país durante diciembre y permitir el retorno de sus nacionales en el extranjero.
Pese a estas limitaciones, la nueva variante, aparentemente más contagiosa y con múltiples mutaciones, sigue llegando a nuevos países y ya está presente en todos los continentes.
Después de anunciar un caso en sus territorios de ultramar, Francia detectó otro este jueves en el continente europeo. También se registraron por primera vez casos en India, Noruega, Islandia o Irlanda.
En América se ha detectado en Estados Unidos, Canadá y Brasil, aunque la Organización Panamericana de Salud advirtió que «pronto» esta variante va a estar probablemente en circulación por todo el continente.
La víspera, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que los bajos índices de vacunación anticovid y de pruebas de diagnóstico provocan un «cóctel tóxico».
Es «una combinación ideal para la reproducción e incremento de variantes» del coronavirus, afirmó su secretario general Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Tanto la OMS como la ONU desaconsejaron imponer restricciones generalizadas a los viajes, especialmente enfocadas a los países del sur de África, objeto de vetos en múltiples países.
Los cierres de fronteras son «profundamente injustos, punitivos e ineficaces», denunció el secretario general de la ONU, António Guterres, calificando de «escándalo» la condena impuesta a África por no disponer de suficientes vacunas.
Ante la «amenaza para el crecimiento» económico que representa ómicron, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) urgió a que «las vacunas sean producidas y distribuidas lo más rápidamente posible en todo el mundo».
Los países más desarrollados del G20 gastaron 10 billones de dólares para proteger su economía durante la crisis, mientras que vacunar a todo el planeta solo costaría 50 000 millones, lamentó Laurence Boone, economista jefe de la OCDE.
Existen dudas sobre la eficacia de las vacunas existentes contra el covid frente a esta nueva variante, reconocidas por el presidente del laboratorio estadounidense Moderna, Stephan Bancel.
Fabricantes como Pfizer/BioNTech, Novavax, AstraZeneca o el mismo Moderna se mostraron confiados en poder desarrollar un nuevo fármaco contra ómicron. Rusia anunció trabajar en una versión específica de su Sputnik V.
Al mismo tiempo empiezan a aparecer alternativas como la píldora anticovid de Merck, respaldada por un panel de salud de EEUU, o el tratamiento a base de anticuerpos monoclonales de GlaxoSmithKline (GSK), que recibió la luz verde del regulador británico.
Además, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) anunció el jueves el lanzamiento de un estudio acelerado sobre la vacuna anticovid del laboratorio franco-austriaco Valneva.
El pánico generado por ómicron recuerda a la inquietud tras la emergencia de la delta, una variante también muy contagiosa y ahora dominante en todo el mundo.
La OMS considera «elevada» la «probabilidad de que ómicron se expanda a nivel mundial», aunque todavía hay muchas incógnitas sobre su transmisibilidad, su gravedad o su resistencia a las vacunas.
Hasta ahora, la pandemia ha causado más de 5,2 millones de fallecidos desde la detección del coronavirus a finales de 2019 en China, según un recuento de AFP.
El elemento tranquilizador es que, por ahora, ninguna parece estar vinculada a ómicron.
diciembre 02/2021 (AFP) – Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.