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El ministro de Sanidad de Francia, Olivier Véran, anunció hoy la suspensión temporal de unos tres mil trabajadores del sector de la salud, por no presentar su certificado de vacunación contra la COVID-19.
El miércoles pasado, entró en vigor en este país una norma que exige estar vacunado a todo el personal de los establecimientos sanitarios y sociales del país, lo que generó la baja laboral de unas tres mil personas que aún no se habían administrado el antídoto, a las que se sumaron unas docenas de dimisiones, añadió el titular del sector en declaraciones al canal RTL.
Estamos hablando de un colectivo de 2,7 millones de empleados, pero se ha garantizó la continuidad de la atención, matizó Véran.
Por el momento estas suspensiones son temporales y afectan esencialmente al personal de los servicios de apoyo en hospitales, residencias de ancianos, cuidadores privados, ayudas a domicilio, bomberos y conductores de ambulancias.
Muchos de ellos decidieron vacunarse, al ver que la obligación era una realidad, dijo Véran, pero quienes no demuestren contar con la primera dosis o haber pasado la enfermedad recientemente no podrán seguir ejerciendo sus actividades, según la ley.
Datos de Sanidad Pública de Francia (SpF) señalan que el 89,3 por ciento del personal empleado en las residencias para personas mayores dependientes recibió al menos una dosis de la vacuna hasta el 12 de septiembre.
septiembre 16/2021 (Prensa Latina) – Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.