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Investigadores de la Universidad de Yale, en Estados Unidos, han descubierto la causa genética subyacente de un raro trastorno infantil que imita la enfermedad inflamatoria intestinal, un hallazgo que podría ayudar a los investigadores a descubrir las raíces de una serie de otros trastornos inflamatorios y autoinmunes.
Para el estudio, un equipo de investigadores investigó el misterioso caso de un niño que fue tratado en el Hospital Yale New Haven por dolor abdominal, ataques intermitentes de fiebre y diarrea durante varios días, y aftas en la boca.
Mediante la secuenciación del genoma del niño y de sus padres sanos, revelaron que el niño tenía un defecto genético que bloqueaba el ELF4, un factor de transcripción del cromosoma X que regula la expresión de un gran número de otros genes.
Después, tras ponerse en contacto con colegas del campo de las enfermedades raras, el equipo de investigación identificó a otros dos niños varones con síntomas similares que también tenían variantes del gen ELF4. Este trastorno se denomina ahora Deficiencia en ELF4, ligada al cromosoma X (DEX). Y cada vez se identifican más casos.
«Es muy emocionante empezar con pacientes que están enfermos y descubrir un nuevo gen inesperado con un papel fundamental en la regulación de la inflamación», reconoce Carrie Lucas, profesora adjunta de inmunobiología en la Facultad de Medicina de Yale y autora principal del artículo publicado en la revista Nature Immunology. El estudio fue dirigido por Paul Tyler, Molly Bucklin y Mengting Zhao, todos ellos miembros del laboratorio de Lucas.
Las enfermedades inflamatorias causadas por una única mutación genética afectan a uno de cada 5 000 niños. Según los investigadores, los síntomas experimentados por los niños del estudio eran similares a los asociados a otras enfermedades inflamatorias del intestino, como la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn, que se cree que están causadas por una respuesta hiperactiva del sistema inmunitario que daña los tejidos del huésped.
Tras identificar la variante de ELF4, el laboratorio de Lucas estudió sus efectos en células cultivadas de pacientes, así como en ratones utilizando la edición genética CRISPR para introducir mutaciones de ELF4 derivadas de pacientes. Confirmaron que la variante alteraba la función de ELF4 y provocaba un aumento de las respuestas inflamatorias de diversos tipos de células inmunitarias.
Los efectos generalizados de la variante sugieren que ELF4 y sus genes diana probablemente desempeñan un papel en la regulación de la inflamación en múltiples enfermedades, señala Lucas.
«Esto nos da la oportunidad de identificar y estudiar los efectos no solo de ELF4 sino también de los genes que regula en todos los tipos de células inmunitarias y fenotipos de enfermedades inflamatorias –añade–. Esto nos ayudará a crear una nueva hoja de ruta molecular relevante para entender y tratar las enfermedades humanas».
agosto 02/2021 (Europa Press) – Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.