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El primer estudio sobre el excedente de fallecimientos por la pandemia en 22 países revela que, en 2020, las muertes reportadas por la COVID-19 causaron un 68,55 % de dicha desproporción en España. Los países con cifras más altas fueron los que tardaron más en reaccionar y adoptar medidas de control limitadas.
España se situó en 2020 a la cabeza entre los países con un mayor exceso de mortalidad asociada a la pandemia. Este es uno de los resultados del estudio realizado por el Consorcio de Mortalidad COVID-19 (C-MOR), que representa a 33 instituciones y del que la Universidad de Oviedo (UNIOVI), es la única representante de nuestro país.
Este consorcio comparó la mortalidad en 22 países y territorios en los cinco años anteriores con las muertes entre enero y agosto de 2020 y descubrió que, mientras algunos mostraban un exceso de mortalidad por todas las causas, otros tenían un exceso de mortalidad mínimo o incluso disminuido.
En los países con un exceso de muertes estadísticamente significativo durante 2020, las muertes reportadas por la COVID-19 fueron la causa del 68,55 % del exceso de muertes en España, el 80,7 % en Estados Unidos y el 96 % en Inglaterra y Gales.
Así, Brasil, Inglaterra, Francia, Italia, Irlanda del Norte, Escocia, España, Suecia, Estados Unidos y Gales habían aumentado dicho exceso de mortalidad por todas las causas; Austria, Cabo Verde, Colombia, Chipre, Estonia, Israel, Noruega, Eslovenia y Ucrania tenían un exceso insignificante; y Australia, Dinamarca y Georgia incluso habían reducido dicho exceso.
Tanto en total como para hombres y mujeres, la mortalidad por todas las causas fue más alta durante 2020 en comparación con el promedio de los cinco años anteriores en Brasil, Chipre, Reino Unido, Gales, Francia, Italia, Irlanda del Norte, Escocia, Estados Unidos, Eslovenia, Suecia y España. De hecho, el mayor exceso de mortalidad se observó en Inglaterra y Gales, España, Estados Unidos, Escocia, Brasil e Irlanda del Norte. Y fue menos pronunciado en Francia, Italia, Eslovenia, Chipre y Suecia.
El informe publicado en el International Journal of Epidemiology, revela que, dentro de los países con una tasa de mortalidad más alta en 2020, la COVID-19 fue la causa primaria de muerte en Brasil, Irlanda del Norte, Escocia, España, Eslovenia y Suecia, y como causa primaria o subyacente en Chipre, Inglaterra, Gales, Francia, Italia y Estados Unidos
El trabajo indica además que, en los países con un exceso de muertes estadísticamente significativo durante 2020, las muertes reportadas por la COVID-19 fueron la causa del 68,55 % del exceso de muertes en España, el 80,7 % en Estados Unidos y el 96 % en Inglaterra y Gales. En Brasil, Francia, Italia, Irlanda del Norte y Escocia, la contribución de la COVD-19 al exceso de muertes fue superior al 100 %. Por semanas y en el caso de España, el mayor exceso de muertes se registró en el periodo comprendido entre el 16 de marzo y el 26 de abril.
Tras la aparición del SARS-CoV-2, comprender el impacto de la pandemia ha sido un desafío para la comunidad científica. Los países de todo el mundo carecen de una imagen precisa de la carga de mortalidad directa e indirecta por la COVID-19
Autores del informe
“Tras la aparición del SARS-CoV-2, comprender el impacto de la pandemia ha sido un desafío para la comunidad científica. La estadística de mortalidad por COVID-19 no tiene en cuenta el acceso limitado a las pruebas médicas, la tensión sobre los sistemas de salud o las muertes derivadas de las medidas de restricción”, apuntan los autores. “Los países de todo el mundo carecen de una imagen precisa de la carga de mortalidad directa e indirecta por esta enfermedad”.
“A medida que las enfermedades infecciosas emergentes y re-emergentes se vuelven más comunes, nuestros resultados informan del impacto que las epidemias pueden tener en las poblaciones y de lo que se puede hacer para mitigar este impacto”, añade Pedro Arcos, profesor de la Universidad de Oviedo.
Influencia de las restricciones
El estudio permitió evaluar también el impacto de las medidas de restricción asumidas por las autoridades gubernamentales sobre el exceso de mortalidad. Los autores señalan que, con carácter general, los países con mayor excedente tendían a tener medidas de control limitadas o retrasadas y viceversa.
Además, el informe describe que los patrones de mortalidad encontrados en los casos de Australia, Cabo Verde y Colombia probablemente estén influenciados por el momento de la pandemia en estos países, con sus latitudes más al sur.
No solo continuaremos monitoreando el exceso de muertes, sino que también estudiaremos la carga de morbilidad por COVID-19. Estos análisis ayudarán a comprender mejor y minimizar los efectos multidimensionales del virus.
Investigadores de Universidad de Oviedo
Para los expertos, se trata de uno de los trabajos más grandes y extensos de la mortalidad por la pandemia realizados hasta la fecha, que utilizó predominantemente fuentes nacionales y primarias, a diferencia de los conjuntos de datos disponibles públicamente.
Pero el trabajo del consorcio sigue en marcha. “No solo continuaremos monitoreando el exceso de muertes, sino que también estudiaremos la carga de morbilidad por COVID-19. Estos análisis ayudarán a comprender mejor y minimizar los efectos multidimensionales del virus”, concluyen Pedro Arcos y Ángel Fernández, otro de los investigadores de la Universidad de Oviedo.
Referencia:
Observed 2020 mortality rate vs 2015–2019 average mortality rate (per 100 000 population) and stringency index (SI, %) for total population and by sex for countries providing monthly data (solid vertical line indicates the start of the reported COVID-19 deaths). International Journal of Epidemiology. Oxford University Press