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Las Islas Canarias se han unido a la región mediterránea de Valencia en su petición al Gobierno español de que restablezca el toque de queda nocturno para contrarrestar el aumento de los contagios de COVID-19 entre jóvenes no vacunados.
Los casos habían disminuido en todo el país en los últimos meses, pero a partir de mediados de junio empezaron a repuntar, impulsados por la variante delta, más contagiosa, y por el aumento de las relaciones sociales entre los más jóvenes.
Sin embargo, aunque los ingresos hospitalarios comienzan a aumentar, siguen estando muy por debajo de los niveles registrados a principios de año, mientras que la ocupación de las unidades de cuidados intensivos a nivel nacional se sitúa por debajo del 7 %.
Las muertes diarias han ido disminuyendo de forma constante desde abril, a medida que se han ido vacunando los grupos más vulnerables, como los ancianos y las personas con enfermedades preexistentes.
Desde que el estado de alarma a nivel nacional se levantó en mayo, las autoridades regionales han estado a cargo de su respuesta a la pandemia, pero necesitan autorización judicial o un decreto del Gobierno central para la imposición de medidas más estrictas, como confinamientos, la prohibición de viajar y los toques de queda.
El Gobierno regional de Canarias dijo a última hora del jueves que pediría al Tribunal Superior de Justicia canario que autorice el toque de queda entre las 12:30 y las 6 de la mañana en el destino turístico de Tenerife, que tiene la mayor incidencia de coronavirus entre las islas.
Defendiendo la medida, el dirigente regional Ángel Víctor Torres dijo el viernes a la radio Cadena Ser que ayudaría a evitar las aglomeraciones de jóvenes que se acumulan por la noche, sobre todo los fines de semana.
«Creo que está justificado en estos momentos que en los lugares donde hay una alta incidencia podamos al menos cerrar la conectividad de las personas durante la noche», dijo.
Valencia, donde se encuentra la popular ciudad turística de Benidorm, y la región central de Castilla y León, ya habían pedido al Gobierno central la reimposición del toque de queda, pero la ministra de Sanidad española, Carolina Darías, dijo el miércoles que la cuestión «no está sobre la mesa».
Altamente dependiente del turismo, España está tratando de lograr un delicado equilibrio entre la apertura suficiente para atraer a los viajeros de vuelta y mantener las infecciones bajo control, para evitar ahuyentar a potenciales visitantes.
Reino Unido, que era la mayor fuente de turistas extranjeros para España antes de la pandemia, anunció el viernes que planeaba eliminar el requisito de 10 días de cuarentena para los viajeros totalmente vacunados que regresen a territorio británico de otros países en las próximas semanas.
Sin embargo, Alemania, otro de los países que más contribuyen a la llegada de viajeros a España en busca de sol, designó a todo el país como zona de alto riesgo.
julio 09/2021 (Reuters) – Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.
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