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Un estudio realizado en el Vanderbilt University Medical Center de Nashville, Estados Unidos, ha encontrado evidencias de variación en la precisión de los test PCR (reacción en cadena de polimerasa), para la COVID-19 en función de la hora del día a la que se haga esta prueba, algo que puede afectar al número de falsos negativos que pueden proporcionar estas.
Los expertos que han realizado este estudio afirman que han encontrado “evidencia de variación diurna en la proporción de resultados positivos en las pruebas de SARS-CoV-2, con un pico alrededor de las 14 horas”.
Para llevar a cabo esta investigación tomaron más de 30 000 pruebas, concretamente 31 094 test PCR, realizadas a pacientes sintomáticos y asintomáticos del Hospital de Vanderbilt desde marzo a junio de 2020. De estos, el 7,8 por ciento de los resultados dieron positivo, exactamente 2 438 pruebas.
Los responsables de este estudio, publicado en medRxiv y pendiente de una revisión por pares, aseguraron que la curva de pruebas positivas en la COVID-19 sugiere “un patrón cíclico en la diseminación viral con un pico en las primeras horas de la tarde”, concretamente a las 13.49 horas aproximadamente.
Mejorar las estrategias de vacunación
El estudio señala que esta observación coincide con los hallazgos previos realizados en otros virus como el de la gripe, el herpes o el dengue, en el que “las interacciones con el sistema inmunológico conducen a una variación diurna en la diseminación del virus y de sus síntomas”. Además, aseguran que se “ha demostrado que influyen en la eficacia de la vacuna”.
Por último, apuntan a que la posible variación diurna en el SARS-CoV-2 justifica una mayor investigación porque, si se confirma, “tiene importantes implicaciones para la salud pública y las estrategias de diagnóstico”. Los expertos señalan que de confirmarse estos datos habría que ajustar la sensibilidad de las pruebas, y tener en cuenta el aumento de la probabilidad de propagación por las tardes.
Además, recalcan que estas consideraciones “se pueden aprovechar para maximizar las estrategias de intervención para contener una mayor propagación viral e, incluso, para mejorar las estrategias de vacunación”.
marzo 16/2021 (Redacción Médica)