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China afirmó que concede máxima prioridad a la eficacia y seguridad de sus vacunas desarrolladas para combatir la COVID-19, pero también exige a las farmacéuticas implicadas cumplir las reglas y estándares concebidos para el sector. Hua Chunying, vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores, señaló como evidencia de ese compromiso la decisión de su Gobierno de aprobar bajo ciertas condiciones, la salida al mercado de la primera sustancia contra dicha enfermedad.
«Eso demuestra la seguridad y efectividad de nuestras vacunas y China está dispuesta a trabajar con otros en acelerar su distribución global de forma justa», indicó, al referirse a los requisitos que regirán desde la manufactura hasta la aplicación de cada dosis aquí.
Según Hua, su país mantiene una actitud abierta para cooperar en el tema y apoya que empresas domésticas se asocien con extrajeras en el desarrollo y producción de dichos medicamentos.
Recalcó el compromiso de Beijing de convertir sus vacunas en bien público, sumarlas a la iniciativa Covax y garantizar el acceso a precios asequibles para naciones en desarrollo.
En las últimas semanas, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Turquía aprobaron una inactivada de Sinopharm para inmunizar a la población y protegerlos de contagiarse con el coronavirus SARS-CoV-2 (causante de la COVID-19).
Egipto dio ese pasorecientemente con la misma sustancia y se supo que Indonesia optó por la de Sinovac.
Por otro lado, la portavoz de la Cancillería rechazó repetidas acusaciones desde Estados Unidos sobre la fabricación y supuesto escape del virus de un laboratorio de Wuhan, por dónde primero se detectó en el mundo.
Hua recordó que varios científicos desmontaron esa mentira y exigió a Washington ofrecer evidencias si insistirá en mantener ese reclamo.
enero 03/2021 (Prensa Latina). Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.