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En estos más de ocho meses de pandemia son muchas las cosas que se han aprendido sobre el coronavirus SARS-CoV-2, pero también muchas son las que quedan por saber. El porqué de que unas personas pasen la COVID-19 de forma leve y otras lo hagan con muchas complicaciones, sin importar factores de riesgo previos, es todavía un misterio.
La llegada de las vacunas cambiará el panorama, pero los facultativos ya han asumido que la COVID-19 ha llegado para quedar, al menos por un tiempo. “La enfermedad se va a quedar con nosotros durante un tiempo, pero afortunadamente no en forma de pandemia”, sostiene Carlos Lumbreras, jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital 12 de Octubre.
Lumbreras es uno de los médicos que mejor conoce la COVID-19. No en vano, ha participado en varios de los protocolos del Ministerio de Sanidad para el manejo hospitalario de la enfermedad y en sus actualizaciones.
A lo largo de este tiempo han aprendido muchas cosas sobre el coronavirus “que sabemos que ya no sirven. Por ejemplo, nos faltan tratamientos altamente eficaces frente a la COVID, aunque los esteroides y el remdesivir nos ayudan”.
Sobre este último, a pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo desaconseje, el internista valora la capacidad de reducir la estancia media de los pacientes que lo tienen indicado (hospitalizados sin necesidad de ventilación mecánica), lo que permite liberar recursos para los siguientes ingresos.
“No ha disminuido la mortalidad, pero ser capaz de reducir en cinco días la estancia de los enfermos en el hospital ha sido una ventaja”, admite Lumbreras.
En cambio, otros fármacos como la hidroxicloroquina, la azitromicina o la combinación lopinavir/ritonavir hace tiempo que quedaron fuera del arsenal. “Lo que en marzo y abril aparecía como tratamiento estándar ya ni siquiera está en los protocolos”, apunta.
Cómo ha cambiado el paciente hospitalizado con coronavirus
Lumbreras ha participado en la mesa ‘Actualización del manejo clínico de la COVID-19 en España: ¿Qué hemos aprendido?’, que ha tenido lugar en el marco del 41 Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina Interna, de la que es secretario.
A lo largo de estos meses no solo ha cambiado el manejo del paciente, sino también el propio paciente. En la segunda ola, “en nuestro hospital la edad media era casi 15 años menor que en la primera, si bien ya en este último mes se iba acercando”.
Esto ha hecho que la estancia media haya sido notablemente más baja. Además, la incidencia en residencias ha sido menor, pero antes de echar las campanas al vuelo advierte: “El virus infecta a quien puede”.
diciembre 06/2020 (Redacción Médica)