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Cuando los odontólogos volvieron a abrir a fines de la primavera, muy pocos médicos y pacientes contrajeron COVID-19, según una investigación realizada por la Asociación Dental Estadounidense.
Al principio de la pandemia, en marzo pasado, se creía ampliamente que los dentistas tenían un alto riesgo de contraer la COVID-19, ya que su trabajo los pone en contacto muy cercano con los pacientes y sus secreciones, y muchos de sus procedimientos, que involucran agua y aire, podrían generar partículas cargadas de virus en los consultorios.
Las tasas de la COVID-19 entre los dentistas, sin embargo, fueron bajas hacia fines de la primavera, cuando las consultas dentales volvieron a crecer y los pacientes decidieron regresar a sus visitas médicas.
De acuerdo informe que publicó la Asociación Dental Estadounidense, apenas el 0,9 % tuvieron casos confirmados o probables de la COVID-19.
El estudio también encontró que prácticamente todos los dentistas (el 99,7 %) utilizaban lo que se denominó «procedimientos mejorados de control de infecciones». Estos incluyeron protocolos de detección para pacientes y prácticas de desinfección.
Sin embargo, mientras que casi todos los dentistas informaron algún uso de equipo de protección personal, solo el 73 % de los dentistas informaron que usaban los equipos reglamentarios (máscaras, cubierta facial, guantes, entre otros) de acuerdo con las pautas nacionales de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.
Por ese motivo, se estableció la obligatoriedad del uso de una máscara quirúrgica, una bata, guantes y protección para los ojos durante los procedimientos, así como el uso de un respirador N95 para los procedimientos en los que se usan aerosoles.
Cameron Estrich, analista de datos de salud y autora principal del estudio, dijo que le sorprendieron dos cosas en su investigación: la baja tasa de infección y la adopción extremadamente alta de medidas de control de infecciones.
«Casi todos los dentistas que encuestamos realmente habían intensificado sus procedimientos de prevención y control de infecciones», dijo. «Habían cerrado sus consultorios durante unos meses para ponerlos todos en su lugar».
La doctora Biana Roykh, profesora asociada de medicina dental en la Universidad de Columbia, dijo que si bien estos hallazgos son alentadores, es importante tener en cuenta que la encuesta fue realizada a principios de junio, cuando muchas prácticas pueden no haber estado completamente operativas y limitadas a visitas de emergencia solamente.
«Se ve en un momento en que la pandemia estaba en su apogeo y las experiencias en las prácticas dentales probablemente fueron más o menos limitadas en términos de la cantidad», señaló Roykh.
En Nueva York, por ejemplo, a los dentistas no se les permitió reabrir por completo hasta el 31 de mayo, poco más de una semana antes de que se enviara la encuesta.
Estados Unidos es el país con más contagios en el mundo, con casi 7,7 millones de casos y casi 220 mil muertos.
octubre 16/2020 (ANSA). Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.