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Un estudio molecular sobre 6 000 pacientes con cáncer en el ensayo de medicina de precisión NCI-MATCH tiene una gran relevancia y guiará ensayos futuros, ya que realiza una contribución importante a las pruebas de genes tumorales para la selección del tratamiento oncológico, según publican sus autores en el Journal of Clinical Oncology.
Hace cinco años, el Grupo de Investigación sobre el Cáncer ECOG-ACRIN (ECOG-ACRIN) y el Instituto Nacional del Cáncer (NCI), parte de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, lanzaron conjuntamente un tipo muy diferente de estudio sobre el cáncer.
El NCI-Molecular Analysis for Therapy Choice (Análisis Molecular para Selección de Tratamientos NCI-MATCH o EAY131), el ensayo de cáncer de medicina de precisión más grande hasta la fecha, buscó emparejar las anomalías genéticas que provocan los tumores de los pacientes con medicamentos aprobados o experimentales dirigidos a esos defectos. No importaba el tipo de cáncer. Casi 6 000 pacientes con cáncer se unieron rápidamente al ensayo y contribuyeron con sus muestras de tumores para pruebas genómicas.
Se trata del conjunto de datos más grande jamás recopilado sobre pacientes con tumores que han progresado con uno o más tratamientos estándar, o con cánceres raros para los que no existe un tratamiento estándar. La información contiene descubrimientos importantes que les brindan a los médicos y pacientes más información sobre cómo utilizar las pruebas genómicas para seleccionar los mejores tratamientos.
«Nuestros esfuerzos exhaustivos para incorporar a todos los agentes prometedores en NCI-MATCH establecieron un nuevo punto de referencia para la utilidad de la secuenciación de próxima generación en la realización de ensayos clínicos, explica Keith T. Flaherty, oncólogo médico del Centro de Cáncer del Hospital General de Massachusetts y presidente del estudio ECOG-ACRIN para el ensayo general NCI-MATCH. Con el tiempo, la eficiencia del uso de pruebas genéticas tumorales para una investigación clínica de base amplia solo aumentará».
El estudio comprobó que cuatro de cada diez pacientes tenían anomalías en los genes tumorales que coincidían con los fármacos dirigidos estudiados en el ensayo. Ya se sabía que las anomalías genéticas estudiadas en el ensayo impulsan el crecimiento del cáncer. Los tratamientos elegidos fueron nuevos medicamentos en desarrollo que se habían mostrado prometedores en otros ensayos clínicos o los que fueron aprobados por la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA), en al menos un tipo de cáncer.
Lo que no se sabía antes de este ensayo era la frecuencia con la que ocurren los defectos genéticos tumorales en todos los tipos de cáncer. Según los datos de NCI-MATCH, el paciente individual tiene una alta probabilidad (una probabilidad del 40 %) de que exista un defecto en su tumor para el que haya un fármaco disponible o en desarrollo.
Este descubrimiento les dice a los pacientes y a sus médicos que es valioso hacerse una prueba de genes tumorales. La tasa de coincidencia del 40 % fue para un número limitado de tratamientos dirigidos, entre 10 y 30 en el ensayo en ese momento. La tasa puede aumentar a medida que haya más medicamentos disponibles, especialmente los que se dirigen a defectos genéticos comunes.
«El análisis de 6 000 pacientes de NCI-MATCH describe la complejidad genética que es característica de los cánceres refractarios en recaída, destaca Peter J. O’Dwyer, oncólogo médico de la Universidad de Pensilvania y copresidente de grupo de ECOG- ACRIN. Esta publicación representa un hito importante en los esfuerzos del campo de la oncología para traducir una comprensión genética del cáncer en tratamientos mejorados».
Según la investigación, si bien la tasa de compatibilidad general fue del 40 %, varió ampliamente entre los tipos de cáncer. Sorprendentemente, los cánceres poco comunes tuvieron algunas de las tasas de compatibilidad más altas.
Más del 25 % de los pacientes con melanoma, cáncer de vías biliares, próstata, útero, unión gastroesofágica, tracto urinario, sistema nervioso central o cuello uterino, tenían defectos genéticos tumorales que coincidían con los tratamientos del ensayo. Por el contrario, solo el 6 % de las personas con cáncer de páncreas lo hizo. La tasa promedio de compatibilidad fue del 17 % para los cuatro cánceres más comunes: mama, colorrectal, pulmón de células no pequeñas y próstata.
Además, comprobaron que los defectos genéticos del cáncer pueden no cambiar mucho con el tiempo y el tratamiento. Compararon la composición de genes tumorales de pacientes con siete tipos de cáncer (mama, vías biliares, cuello uterino, colorrectal, pulmón, páncreas y próstata) con The Cancer Genome Atlas (TCGA), una base de datos de pacientes con tumores primarios en su mayoría no tratados. Se sorprendieron al ver que no había mucha diferencia entre las bases de datos primaria y metastásica, aunque de momento no pueden sacar ninguna conclusión.
Asimismo, descubrieron que era común que los pacientes tuvieran no solo una, sino varias anomalías en los genes tumorales que impulsan el crecimiento del cáncer. Este descubrimiento debería alentar a los investigadores del cáncer a cambiar su forma de pensar y explorar combinaciones de terapias dirigidas y otras que abordan múltiples defectos al mismo tiempo.
La investigación de NCI-MATCH no termina con este análisis. A través de un amplio compromiso con la industria farmacéutica y un proceso riguroso para examinar las terapias, ECOG-ACRIN y el NCI abrieron múltiples brazos de tratamiento en NCI-MATCH de modo que cuenta actualmente con 38 brazos, y cada uno contará su propia historia.
«NCI-MATCH es un ensayo único e innovador que continuará haciendo importantes contribuciones en los años venideros a medida que se publiquen los hallazgos genómicos de los grupos de tratamiento individuales, correlacionados con los resultados», destaca Lyndsay Harris, copresidenta traslacional de NCI-MATCH y directora asociada del Programa de Diagnóstico del Cáncer, División de Tratamiento y Diagnóstico del Cáncer.
NCI-MATCH es el primer ensayo que establece la probabilidad de identificar tratamientos dirigidos para pacientes con cánceres en recaída refractarios, tanto comunes como raros. Es el único ensayo que utiliza pruebas genéticas de tumores centrales y uniformes y que establece reglas objetivas para las asignaciones de tratamiento.
A diferencia de otros estudios que evalúan el uso de la secuenciación de próxima generación, NCI-MATCH está investigando fármacos tanto aprobados como experimentales en general en los tipos de cáncer y más allá de lo que sabemos actualmente sobre estos biomarcadores.
octubre 15/2020 (Europa Press).- Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.