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Todos los países deben desarrollar planes para combatir la desinformación, a veces letal, sobre el coronavirus y posibles vacunas, urgió Naciones Unidas.
«La COVID-19 no es solo una emergencia de salud pública, también es una emergencia de comunicaciones», declaró el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, en un evento telemático en la Asamblea General, en el que la organización y otras de sus agencias lanzaron un llamado para combatir la desinformación.
Igualmente instaron a los medios de comunicación y a redes sociales a hacer más para frenar la propagación de la desinformación y ayudar a difundir información rigurosa.
Expertos han alertado durante meses sobre un diluvio de información, incluido afirmaciones falsas generalizadas que pueden suponer una seria amenaza para la salud pública.
«Al igual que la COVID-19 se propagó por el mundo, también lo hicieron los rumores, las mentiras y la desinformación», abundó el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, durante el evento.
«Demasiadas personas se han hecho daño a sí mismas basándose en mentiras, automedicándose con productos químicos tóxicos o medicamentos peligrosos. Otras no han tomado las precauciones que hubieran debido«, señaló.
Estos rumores y mentiras afectaron la confianza en las instituciones y sistemas de salud, según Adhanom Ghebreyesus. «Todo lo que socava esto pone vidas en peligro», afirmó.
Los expertos en el evento subrayaron la necesidad de replantear urgentemente la forma en la que comunicar los hallazgos científicos para promover datos rigurosos ante la desinformación.
septiembre 24/2020 (AFP). Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.