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Los científicos del Laboratorio Cold Spring Harbor (CSHL), en Estados Unidos, han descubierto que pueden detener el crecimiento de las células de cáncer de páncreas al interferir con la forma en que las células almacenan el colesterol. Sus hallazgos en ratones y modelos de páncreas cultivados en laboratorio apuntan hacia una nueva estrategia para tratar la enfermedad mortal.
El estudio, publicado en el Journal of Experimental Medicine, fue dirigido por el profesor de CSHL David Tuveson. El equipo de Tuveson quería saber por qué las células cancerosas pancreáticas, como muchas células cancerosas, producen cantidades abundantes de colesterol.
El colesterol es un componente esencial de las membranas celulares, pero el equipo de investigación determinó que las células cancerosas pancreáticas producen mucho más de lo que necesitan para apoyar su propio crecimiento.
Esto es inusual, porque la vía del colesterol es una de las vías más reguladas en el metabolismo, dice Tobiloba Oni, estudiante graduado en el laboratorio de Tuveson, quien explica que la mayoría de las células producen la cantidad de colesterol que necesitan, y cierran rápidamente la vía de síntesis una vez que tienen suficiente.
Pero él y sus colegas, incluida Giulia Biffi, una exbecaria posdoctoral en el laboratorio de Tuveson, descubrieron que las células cancerosas convierten la mayor parte del colesterol que producen en una forma que puede almacenarse dentro de la célula. El colesterol libre nunca se acumula, y la vía de síntesis sigue produciéndose más.
Las células cancerosas del páncreas parecen prosperar gracias a esta síntesis hiperactiva de colesterol. El equipo cree que esto es probablemente porque están aprovechando otras moléculas generadas por la misma vía. Son capaces de mantener la vía en funcionamiento y mantener su suministro gracias a una enzima llamada O-actiltransferasa 1 (SOAT1) del esterol, que convierte el colesterol libre en su forma almacenada y que las células cancerosas del páncreas tienen en abundancia.
Cuando los investigadores eliminaron la enzima SOAT1 mediante manipulación genética, evitando que las células convirtieran y almacenaran su colesterol, las células cancerosas dejaron de proliferar. En los experimentos con animales, la eliminación de la enzima detuvo el crecimiento del tumor.
Lo más importante es que el equipo encontró que la eliminación de SOAT1 solo impactó en las células que albergaban mutaciones en ambas copias de un gen supresor de tumores conocido como p53. Esta alteración genética promueve el crecimiento del cáncer y es muy común en los tumores de los pacientes.
Las células normales del páncreas funcionaron bien sin la enzima en los experimentos del equipo, y eso hace que SOAT1 sea un blanco terapéutico prometedor, dice Oni. La esperanza, dice, es que los investigadores sean capaces de desarrollar una droga que bloquee selectivamente la enzima, perjudicando a las células cancerosas, pero dejando a las células normales sanas.
julio 10/2020 (Europa Press) – Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.
Referencia Bibliográfica:
Oni T.E., Biffi G., Baker L.A., Hao Y., Tonelli C., Somerville T.D.D., Deschênes A., Belleau P., Hwang CH., Sánchez-Rivera F.J., Cox H., Brosnan E., Doshi A., Lumia R.P., Khaledi K., Park Y., Trotman Ll.C., LoweS.W. , Krasnitz A., Vakoc C.R., Tuveson D.A.: SOAT1 dependency in pancreatic cáncer. Journal of Experimental Medicine.2020.