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La Organización Mundial de la Salud (OMS) apuesta por explorar esta estrategia terapéutica, que consideran prometedora, y se está ensayando en China.
Un equipo de médicos de Shanghái está administrando infusiones de plasma sanguíneo obtenidas de pacientes que se han recuperado de la infección por el coronavirus SARS-CoV-2 para tratar a los enfermos que aún están luchando contra el virus.
La Organización Mundial de la Salud considera interesante explorar esta área estratégica. Según ha expuesto Michael Ryan, director para Emergencias Sanitarias de la organización, “el uso de plasma de pacientes convalecientes ha sido parte del tratamiento de algunas enfermedades infecciosas graves, como hemos visto en el pasado, y ha funcionado en algunas”. Para el experto, se trata de una estrategia muy valiosa que hay que explorar, especialmente, “cuando no tenemos vacunas ni antivirales específicos”.
Los estudios en marcha ahora en China contribuirán a averiguar cómo usar esta potencial terapia. En concreto, habría que determinar, entre otras cuestiones, “qué pacientes se van a beneficiar más y cuál es el mejor momento para administrar a las personas infectadas este impulso para su sistema inmune”, ha comentado Ryan durante la rueda de prensa en la que la OMS ha expuesto los últimos datos sobre la epidemia recopilados a primera hora del día 17 de febrero.
Desde China se han comunicado 70 635 casos de la enfermedad COVID-19, incluidas 1 772 muertes. Los nuevos casos durante las últimas 24 horas comunicados por China ascienden a 2 051, lo que incluyen los confirmados clínicamente y mediante pruebas de laboratorio.
El 94 % de los casos nuevos siguen procediendo de la provincia de Hubei. Fuera de China, la OMS ha recibido informes de 694 casos de 25 países y tres muertes.
Si bien el número de nuevos casos diarios de infección por el coronavirus ha descendido una jornada más, durante la primera semana de febrero, el número de nuevos casos en China se situaba en unos 3 000, esta tendencia, ha destacado el director de la OMS, debe interpretarse “con cautela”. Tedros Adhanom Ghebreyesus ha afirmado que “es pronto para concluir que esta tendencia a la baja continúe. Todas las posibilidades siguen sobre la mesa”.
El director de la OMS ha mencionado también algunos de los datos aportados por un documento que acaba de publicar China sobre más de 44 000 casos confirmados de COVID-19.
De este análisis, como ha ido desgranando Ghebreyesus, se extrae que más del 80 % de los pacientes tienen enfermedad leve y se recuperarán. En un 14 % de los casos, el virus causa una enfermedad grave, que incluye neumonía y dificultad para respirar. En alrededor del 5 % de los pacientes se produce una enfermedad crítica que incluye insuficiencia respiratoria, choque séptico y fallo multiorgánico.
Y en el 2 %, el virus es fatal, y el riesgo de muerte aumenta a medida que lo hace la edad.
El documento también refiere que el virus afecta relativamente a poco a los niños, “necesitamos más investigación para entender por qué”.
Con estas cifras, parece que la infección por SARS-CoV-2 no es tan mortal como la causada por otros coronavirus, incluidos el SARS y el MERS.
febrero 20/2020 (Diario Médico)