Un nuevo estudio identifica los mecanismos que permiten a la bacteria de transmisión sexual Mycoplasma genitalium persistir en condiciones en que la disponibilidad de metales es muy limitada, una circunstancia a la que ha de enfrentarse al infectar a los humanos. El descubrimiento permitirá desarrollar terapias contra este patógeno, que afecta al tracto urogenital y se está volviendo resistente a los antibióticos.

mycoplasma-genitalium-Los metales (hierro, zinc, níquel, cobalto, etc.) participan en numerosas reacciones enzimáticas y son nutrientes esenciales para la vida de las bacterias.

En el interior de nuestro organismo, la disponibilidad de estos metales es escasa, porque se encuentran unidos a proteínas que los preservan y transportan hasta las células o tejidos en los que serán utilizados.

Durante el proceso de infección, las bacterias compiten con el organismo para obtener los metales. Su respuesta a la ausencia de metales es muy virulenta y activan estrategias dirigidas a liberar y secuestrar estos elementos.

La captación la llevan a cabo mediante la producción de toxinas, de proteínas que unen los metales con mucha afinidad y de transportadores que se encargan de introducir estos metales en el interior de la bacteria.

Este patógeno de transmisión sexual causa varias enfermedades genitourinarias y se está convirtiendo en una superbacteria por su resistencia a los antibióticos

En conjunto, se trata de mecanismos de virulencia bacterianos muy sofisticados, dirigidos a garantizar el apoyo necesario de nutrientes esenciales para su supervivencia.

Un equipo de investigación liderado por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) ha descubierto los sistemas de regulación y captación de metales de Mycoplasma genitalium (Mge).

Este patógeno emergente de transmisión sexual es responsable de varias enfermedades genitourinarias y se está convirtiendo en una superbacteria por su resistencia a los antibióticos que se usan para combatirlo.

Dianas terapéuticas atractivas

Los investigadores han identificado la proteína que regula la captación de metales, Fur (Ferric Uptake Regulator), así como otras proteínas responsables de transportarlos al interior del microorganismo.

Mediante métodos de transcriptómica y proteómica hemos determinado los cambios en la expresión génica en Mge en presencia y ausencia de metales”, señala Carlos Martínez, primer autor del trabajo. “Además, hemos identificado los metales que la bacteria necesita para multiplicarse gracias a un análisis de espectrometría de masas”, explica Sergio Torres, coautor del estudio.

Los sistemas de regulación y transporte de metales identificados en Mge representan dianas terapéuticas muy atractivas. Este estudio permitirá desarrollar estrategias para bloquear la captación de metales mediante inhibidores o inmunoterapia”, explica Óscar Quijada, investigador del Instituto de Biotecnología y Biomedicina (IBB-UAB) y coordinador del trabajo.

De hecho, ya están trabajando con este objetivo, en colaboración con el departamento de Biofísica de la UAB y de los Servicios de Microbiología del Hospital Parc Taulí y Vall de Hebrón.

El trabajo se ha publicado en la revista Emerging Microbes and Infections.

Han participado investigadores del IBB, del departamento de Biofísica de la UAB y del Instituto de Oncología del Hospital Universitario Vall de Hebrón.

enero 12/2020 (SINC)

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