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Un estudio internacional liderado por Miguel Torres y Ghislaine Lioux, científicos del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), identifica y caracteriza un nuevo nicho vasculogénico que contribuye al desarrollo linfático coronario y muestra que los vasos linfáticos cardíacos son de origen y función heterogéneos.
Es decir, que la vasculatura linfática del corazón no tiene un único origen, sino que se forma mediante la participación de células procedentes de distintos tejidos. El trabajo, publicado en Development Cell, abre una nueva vía para futuros trabajos sobre el mecanismo involucrado en la vasculogénesis linfática en este nuevo nicho y sobre la diversidad funcional de los vasos linfáticos cardíacos.
La vasculatura linfática del corazón no tiene un único origen, sino que se forma mediante la participación de células procedentes de distintos tejidos
La circulación coronaria, esencial para la función del corazón, no consiste solo en el sistema arterial-venoso que proporciona oxígeno y nutrientes. En ella además intervienen vasos linfáticos que cumplen funciones esenciales como la protección del corazón frente a infecciones, la prevención de la formación de edemas (retención de líquidos) en el miocardio o la mejor recuperación de la función cardíaca tras un infarto.
A pesar de su relevancia, la vasculatura coronaria linfática es, en gran medida, una desconocida; de hecho, ha sido mucho menos estudiada que las arterias y venas coronarias. Así, esta investigación ha analizado el origen del sistema linfático coronario durante la formación del corazón en el embrión del ratón.
Hasta ahora, explica Torres, “se pensaba que toda la vasculatura linfática se producía a partir de células que se desprendían de las venas principales del embrión temprano y, desde allí, migraban y colonizaban todos los tejidos y órganos del embrión”.
Sin embargo, este estudio demuestra que, en el corazón, hay una segunda población de células linfáticas que se recluta más tarde en el desarrollo y no se origina de las venas, sino de lo que se conoce como segundo campo cardíaco.
Células multipotentes
Dicho segundo campo cardíaco, apunta Ghislaine Lioux, está compuesto por células multipotentes “capaces de producir diferentes tipos celulares del corazón, como cardiomiocitos (las células del músculo cardíaco), células de músculo liso y células endoteliales de las arterias y venas”.
Este estudio amplía el repertorio de células que produce el segundo campo cardíaco al demostrar que, además, produce endotelio linfático, señala Torres. “Esta singularidad de la vasculatura linfática del corazón abre varios campos interesantes de investigación futura”.
Uno de los aspectos más sorprendentes ha sido encontrar que las células linfáticas provenientes del segundo campo cardiaco se mezclan con células linfáticas de otro origen, seguramente venoso, y entre las dos poblaciones forman los vasos linfáticos de la parte ventral del corazón.
A pesar de que el segundo campo cardiaco solo contribuye un 50 % de las células de los vasos linfáticos, cuando lo investigadores bloquearon experimentalmente la capacidad de formar células linfáticas del segundo campo cardíaco observaron la ausencia total del vasculatura linfática coronaria.
La nueva población celular descubierta no solo aporta un mayor número de células al sistema linfático, sino que lidera un proceso específico e irremplazable para la formación de la vasculatura linfática del corazón.
“Este funcionamiento revela, por primera vez, la especialización de subpoblaciones endoteliales en la formación de la vasculatura coronaria y abre la puerta a un mejor entendimiento de la formación de vasos linfáticos, un proceso esencial no solo para el desarrollo embrionario del corazón sino para su respuesta a estrés o enfermedad de corazón en el corazón adulto”.