Un nuevo estudio afirma que se debe realizar una resonancia magnética (RM) fetal además del ultrasonido (US) para revelar la extensión del daño cerebral causado por el virus Zika en el cerebro en desarrollo.

virus-zikaInvestigadores del Sistema Nacional de Salud Infantil (CNHS) en  Washington, Estados Unidos, realizaron un estudio longitudinal de neuroimagenología que incluyó a 48 mujeres embarazadas expuestas al virus Zika en el primer o segundo trimestre y cuya infección se confirmó por reacción en cadena de la polimerasa (PCR) de transcripción inversa y/o prueba de inmunoglobulina M.

De las participantes en el estudio, 46 viven en Barranquilla, Colombia, donde la infección por Zika es endémica, y dos mujeres viven en la región de Washington, Estados Unidos y estuvieron expuestas al Zika durante su viaje a otro lugar.

A todas las mujeres le practicaron al menos una sesión de diagnóstico por imagenología durante el embarazo, con una resonancia magnética inicial o ultrasonido a las 25,1 semanas de edad gestacional y en 36 mujeres se realizó un segundo par de imágenes RM/US aproximadamente a las 31 semanas de gestación. Tres de los embarazos (6 %) se caracterizaron por resonancias magnéticas fetales anormales. Un feto tenía heterotopias y muescas corticales anormales; pero la ecografía tomada a la misma edad gestacional mostró que su cerebro se desarrollaba normalmente. Otro feto tuvo encefalocele parietal y malformación de Chiari tipo II, y también el ultrasonido pudo detectar estas anormalidades cerebrales.

Un tercer feto tenía un cuerpo calloso delgado, tronco encefálico anormalmente desarrollado, quistes temporales, atrofia cerebral y cerebelosa general, y heterotopias subependimarias. El ultrasonido reveló una ventriculomegalia importante y una circunferencia de la cabeza fetal que disminuyó drásticamente desde la 32ª a la 36ª semana gestacional, una característica distintiva de la microcefalia. Después de que nacieron los niños, a los bebés les realizaron una resonancia magnética de seguimiento sin sedación y a otro un ultrasonido Para nueve bebés, el ultrasonido reveló quistes en el plexo coroideo o en la matriz germinal, y un bebé, después del nacimiento, mostró lesiones vasculopáticas lenticuloestriadas en el cerebro con el ultrasonido. El estudio fue presentado en la reunión anual de IDWeek, celebrada en octubre de 2017 en San Diego, California, Estados Unidos.

La resonancia magnética y el ultrasonido brindan datos complementarios necesarios para evaluar los cambios en curso en los cerebros de fetos expuestos al zika en el útero”, dijo la autora principal y presentadora del estudio, la neuróloga neonatal/fetal en el CNHS, Sarah Mulkey, MD, PhD. “Además, nuestro estudio descubrió que confiar solo en la ecografía le habría dado a una madre la falsa seguridad de que el cerebro de su feto se desarrollaba normalmente, mientras que la resonancia magnética más nítida apuntaba claramente a anormalidades cerebrales”.

El virus del Zika es un miembro de la familia Flaviviridae, del género Flavivirus, y se transmite por los mosquitos Aedes, de actividad durante el día. En los adultos, el virus causa una enfermedad leve conocida como fiebre Zika. El virus del Zika transmitido localmente se reportó por primera vez en Brasil en mayo de 2015, y desde entonces las autoridades de salud han estimado que se han producido alrededor de un millón de casos sospechosos. Las autoridades de salud de Brasil también observaron un aumento significativo en el número de casos detectados de microcefalia y síndrome de Guillain-Barré que afecta a los fetos y los recién nacidos.

enero 10/2020 (Medimaging)

enero 11, 2020 | Dra. María Elena Reyes González | Filed under: Enfermedades infecciosas, Virus del Zika, zoonosis | Etiquetas: , |

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