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Las personas propensas al selfi en redes sociales son menos valoradas que las que se preparan para los posados
A pesar de su popularidad y de que es más cómodo hacerse una autofoto que molestar a alguien para que nos retrate al borde de un abismo o sosteniendo la torre de Pisa, los selfis suelen relacionarse con personas menos agradables, más inseguras y más narcisistas, según un experimento con cientos de usuarios de Instagram realizado por psicólogos de la Universidad Estatal de Washington y publicado en Journal of Research in Personality.
“Incluso cuando dos fotos tenían contenido similar, los juicios sobre la persona que publicó selfis fueron más negativos que los de la que publicó posados (posies)”, dijo Chris Barry, autor principal del estudio.
Analizaron datos de dos grupos de estudiantes: a unos se les pidió que completaran un cuestionario de personalidad y acordaron dejar que los investigadores usaran sus 30 post más recientes de Instagram. Estos se codificaron en función de si eran selfis o posados y de lo que se representaba en la imagen, como la apariencia física, la afiliación con otros, eventos, actividades o logros. Al segundo grupo se le pidió que calificara los perfiles de Instagram del primer grupo según trece atributos, como autoabsorción, baja autoestima, extraversión y éxito utilizando las imágenes de esos perfiles.
Los estudiantes que publicaron más posados eran vistos como más aventureros, menos solitarios, más extrovertidos, más confiables, más exitosos y con el potencial de ser un buen amigo, seguramente por la naturalidad de esas fotos; lo contrario se cumplía en los estudiantes con mayor cantidad de selfis. Las flexiones o postureos ante el espejo fueron particularmente repudiadas.