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Añadir aspirina a un anticoagulante oral de acción directa (ACOD) reportaría más daño que beneficio en pacientes con fibrilación auricular o tromboembolismo venoso (TEV).
Los pacientes con fibrilación auricular o historia de tromboembolismo venoso (TEV) que toman una aspirina diaria junto al tratamiento anticoagulante oral de acción directa, con el fin de prevenir coágulos, tienen un riesgo mayor de complicaciones hemorrágicas que quienes solo toman el ACOD.
Según un estudio retrospectivo de la Universidad de Michigan publicado en Jama Internal Medicine, esa combinación lleva a aumentar el sangrado, aunque no influya directamente en la incidencia de trombosis Sin embargo, al año de tratamiento no se han hallado diferencias en la incidencia de ictus, infartos o trombos entre quienes tomaban o no la aspirina.
Estos resultados presentados durante el 61 Congreso de la Sociedad Americana de Hematología (ASH), celebrado recientemente (7 al 10 de diciembre de 2019) en Orlando, apuntan a un desconocimiento del papel que juega la aspirina en combinación con los nuevos ACOD, según el investigador principal del estudio, Jordan Schaefer, experto en trastornos de la coagulación en la Universidad de Michigan.
En el seguimiento inicial de 2 045 pacientes se vio que casi un tercio de ellos tomaban aspirina sin tener una clara indicación médica, por ejemplo haber tenido un infarto. Seguimos viendo a un gran número de pacientes que toman la aspirina y los médicos puede que no lo sepan porque se compra sin receta, advierte Schaefer, aunque los registros analizados no explicitaban si el paciente la tomaba por recomendación médica o por iniciativa propia.
Los ACOD, como apixaban, dabigatran, edoxaban y rivaroxaban, se prescriben para prevenir un ictus en pacientes con fibrilación auricular y evitar la repetición de episodios de trombosis venosa profunda o embolismo pulmonar. El añadido de la aspirina no parece estar justificado, aunque los sangrados que produce no sean graves, según este hematólogo.
Al comparar dos grupos de 639 pacientes cada uno se ha visto que entre los que toman aspirina, el 90,3 % toman una dosis baja (unos 100 mg diarios). Estos tuvieron 319 episodios de sangrado versus 261 en el grupo que solo se trata con ACOD, en una media de seguimiento de 15 meses. Estos tuvieron un 40 % menos de episodios menores, siendo los sangrados más frecuentes en moratones, hemorragia intestinal o sangre en el tracto urinario.
Es una pregunta clínica bastante común si se prescribe o no la aspirina, pues en muchos pacientes no vemos beneficio claro. Es importante que se haga una evaluación clínica de la seguridad de este tratamiento dual y saber cuándo se necesita realmente, alerta Schaefer, que propone que se hagan más estudios para determinar la indicación en cada caso.
diciembre 16/2019 (Diario Médico)