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El centro y el sur de Somalia se ha visto golpeado por graves inundaciones que han provocado miles de nuevos desplazados y que han venido a agravar la ya de por sí complicada situación humanitaria en el país, donde las altas tasas de desnutrición infantil son comunes y se han visto agudizadas, según alerta Médicos Sin Fronteras (MSF).
Las escasas precipitaciones en las estaciones lluviosas de los últimos años, exacerbadas por la pobreza y las duras condiciones de vida, han contribuido al aumento de las tasas de desnutrición en el país, donde se estima que 903 000 niños menores de 5 años sufren desnutrición aguda, incluidos 138.000 que sufren de desnutrición grave, según UNICEF.
El problema golpea especialmente a las familias desplazadas que se han visto obligadas a abandonar sus hogares por la violencia, la sequía u otras condiciones climáticas adversas con las inundaciones actuales y que a menudo se instalan en zonas urbanas deprimidas.
Galkayo, en el centro de Somalia, alberga una gran cantidad de desplazados internos, así como inmigrantes y refugiados, además de personas llegadas de la vecina región de Somalia, en Etiopía, que buscan una mejor atención médica.
El Hospital Regional Mudug, que apoya MSF desde 2017, es el principal centro médico de referencia de la ciudad y atiende a aproximadamente medio millón de personas. Entre enero y agosto de este año, el personal de la ONG ha tratado a casi 2 000 niños desnutridos.
Bilal es uno de ellos. Con tan solo ocho meses, fue trasladado al hospital por el equipo médico móvil de MSF desde su casa en el campo de desplazados de Bulo Baley y ahora se recupera de una diarrea acuosa aguda.
Cuando llegó, llevaba tres días con diarrea pero los medicamentos que le dieron, según cuenta su madre, Kawsar Ibrahim, de 25 años, han conseguido cortar la diarrea y mi hijo se encuentra mejor. Cinco días después de su hospitalización, el pequeño está listo para volver a casa junto con sus tres hermanos.
En Galkayo hay unos 100 000 desplazados internos, que viven en campamentos con pocos recursos y que en algunos casos llevan años en esta situación.
Galkayo ahora tiene más de 70 campos para personas desplazadas, y cada semana llegan más personas procedentes de regiones del país afectadas por la sequía y el conflicto, explica Bashir Muse Hassan, responsable adjunto de actividad médica de MSF en el hospital.
Nuestros equipos móviles visitan 23 de los campamentos casi todos los días, ofrecen atención médica básica y derivan a los pacientes con condiciones críticas al hospital, señala, subrayando que las personas desplazadas no tienen suficiente agua ni alimentos, por lo que hay un gran número de niños desnutridos.
noviembre 23/2019 (Europa Press) – Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.