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Más de 1 500 personas han muerto en el brote de ébola declarado el pasado agosto en el este de República Democrática del Congo (RDC), el peor en el país que vio nacer esta enfermedad y el segundo más virulento a nivel internacional tras el registrado en África Occidental.
Según el último informe del Ministerio de Salud congoleño, hasta la fecha se contabilizan ya 2.239 casos, de los que 2.145 han sido confirmados, y 1.596 fallecidos por el brote, que afecta a las provincias de Kivu Norte e Ituri. De entre el total de casos, 122 corresponden a trabajadores de la salud –un 5 por ciento del total–, 39 de los cuales han fallecido.
El ministro de Salud, Oly Ilunga Kalenga, ha visitado recientemente la ciudad de Bunia, capital de Ituri, donde hasta el momento no se han detectado casos de ébola pero se han hecho preparativos para esta eventualidad.
Aquí, según el comunicado de su departamento, Ilunga ha insistido en la importancia de sensibilizar a la población y de implicar a las comunidades en la respuesta frente al ébola ‘Poner en marcha medidas de salud pública es una cosa, pero debe ser sobre todo la comunidad la que se apropie y acepte las medidas de protección y también la vacunación, un medio que permite romper la cadena de transmisión’.
El ministro ha reconocido que el principal desafío para poner fin al brote es movilizar a las comunidades y hacerles entender la gravedad del ébola, ante la suspicacia y el recelo que la respuesta sanitaria al brote genera entre la población, lo cual se ha traducido con ataques contra personal sanitario y centros de tratamiento contra el ébola.
‘Esta epidemia debe ser un problema de todos si queremos ponerle fin rápidamente’, ha sostenido, defendiendo la implicación de los líderes comunitarios y religiosos así como la prensa. Asimismo, ha llamado a los ciudadanos a confiar en el Gobierno y en el Ministerio de Salud, que están trabajando para protegerles, y les ha pedido que acepten los enterramientos seguros de sus familiares muertos por el virus.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) denunció que su petición de fondos para combatir el brote de ébola en la zona noreste de RDC no ha recibido la respuesta esperada y los compromisos no alcanzan siquiera para cubrir la mitad de las necesidades, un déficit que la agencia ha considerado ‘crítico’ habida cuenta de las crecientes necesidades.
La organización estimó en 98 millones de dólares (86,8 millones de euros) el coste de su respuesta, pero solo ha recibido 44 millones de dólares. Si no recibe los 54 millones que restan, ‘será incapaz de mantener la respuesta al nivel actual’, denunció la OMS en un comunicado.
A la espera están los resultados de exámenes de sangre a 276 sospechosos de tener la enfermedad, altamente letal y que se transmite por el contacto con fluidos infectados de animales y personas.
El brote es el más letal en la historia de la nación desde 1976 y solo es superado por el más mortífero en el mundo -ocurrido de 2013 a 2015- en África occidental (Guinea, Sierra Leona y Liberia), con más de 11 mil muertos.
junio 24/2019 (Europa Press y Prensa Latina) Tomado del Boletín temático en Medicina. Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.