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La legislatura del estado norteamericano de Luisiana aprobó recientemente una ley que prohíbe interrumpir un embarazo tras detectarse un latido fetal, lo cual puede ocurrir tan temprano como en la sexta semana de gestación.
Esta normativa antiaborto, la cual se une a proyectos similares aprobados en los últimos meses en varios estados del país, fundamentalmente de mayoría republicana, pasará ahora al escritorio del gobernador del territorio sureño, el demócrata John Bel Edwards, quien ha dicho que la ratificará.
La legislación, anteriormente fue avalada en el Senado, recibió recientemente la luz verde en la Cámara de Representantes con 79 votos a favor y 23 en contra, tras el rechazo de una enmienda que habría proporcionado una excepción para mujeres y niñas que resulten embarazadas como resultado de incesto o violación.
Esta medida requerirá una prueba de ultrasonido para cualquier caso en que se busque interrumpir una gestación y veta el aborto si en el examen se detectan pulsos embrionarios, lo que puede ocurrir antes de que muchas mujeres sepan que están embarazadas.
Se permitirían los abortos solo para salvar la vida de una mujer o para prevenir un ‘riesgo grave’ para su salud.
Además de las diferentes versiones de las llamadas leyes del latido fetal aprobadas alrededor de Estados Unidos, Alabama ratificó este mes la normativa más restrictiva de su tipo en el país, la cual prohíbe casi todos los abortos en cualquier momento de la gestación.
Lo peculiar de la medida de Luisiana es que si bien los republicanos que controlan la legislatura la respaldaron, el proyecto fue escrito por un senador estatal demócrata, John Milkovich, mientras el gobernador, de esa misma fuerza política, deberá promulgarla.
Según el diario The New York Times, quienes se oponen a las leyes restrictivas que se impulsan sobre todo en el sur y el Medio Oeste a menudo han encontrado aliados poderosos en el Partido Demócrata, pero en el caso de Luisiana han estado aislados.
Edwards, quien está en el cargo desde 2015 y busca este año la reelección para un segundo mandato, expresó en un comunicado que respeta las opiniones de quienes no coinciden con él en su oposición al aborto, pero que los habitantes de Luisiana son abrumadoramente ‘provida’.
Tal postura resulta rara en el actual clima político del país, cuando los miembros de la fuerza azul casi nunca tienen posiciones públicas contra cualquier tipo de acceso al aborto, y son los republicanos quienes por lo general rechazan ese procedimiento.
junio 03/ 2019 (Prensa Latina).- Tomado del Boletín temático en Medicina. Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.
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