La tiroidectomía endoscópica transoral se ha convertido en una alternativa que elude las secuelas estéticas del abordaje convencional.

La técnica, conocida también como Toetva (transoral endoscopic thyroidectomy vestibular approach), se efectúa en todo el mundo desde hace años, con el cirujano tailandés Angkoon Anuwong, del Hospital General de la Policía en Bangkok, como máximo exponente. En España introdujo la técnica Pablo Moreno, del Hospital Universitario de Bellvitge.

Ahora, de forma pionera en Madrid, el Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo del Hospital Universitario de La Princesa ha llevado a cabo con éxito su segunda tiroidectomía transoral. Las intervenciones, realizadas por José Luis Muñoz de Nova, de la Unidad de Cirugía Endocrina del citado servicio que dirige Elena Martín, han transcurrido sin incidencias, al igual que el posoperatorio de las dos pacientes. A ese éxito ha contribuido el apoyo de Emma Torres, también de la Unidad de Cirugía Endocrina, y del personal de enfermería y anestesiología.

La tiroidectomía transoral ofrece como principal ventaja la ausencia de cicatrices visibles, pues se realiza a través de la cara posterior del labio inferior, sin menoscabo de la seguridad ni aumento de las complicaciones características de estas intervenciones. Tampoco implica una diferencia considerable del tiempo quirúrgico que, en general, se incrementa aproximadamente el 25% con respecto a la técnica convencional.

Así lo refleja la literatura científica internacional, que incluye series de varios centenares de pacientes operados, donde se demuestra que morbilidad y complicaciones son similares a las generadas en la cirugía clásica. Por citar un trabajo reciente, la revisión de la Universidad de Hanyang, en Corea del Sur, publicada en Clinical and Experimental Otorhinolaryngology, analiza las distintas técnicas endoscópicas y robóticas de la tiroidectomía, y concluye que el abordaje transoral es factible y seguro.

Muñoz de Nova, que se inició en esta técnica con Pablo Moreno, expone que esta vía “puede ser útil en varias indicaciones, siempre y cuando se tenga en cuenta la limitación del tamaño del nódulo, pues la extracción se realiza a través de un pequeño orificio en el labio. Tras diversos estudios para determinar el tamaño límite, finalmente se estima que es preferible no utilizar la vía transoral con los nódulos mayores de 2-3 cm, porque aumenta la probabilidad de que se fragmente la pieza. Por otro lado, ya hay grupos que tienen experiencia en usarla para el cáncer establecido, incluso cuando se requiere una linfadenectomía; en un principio no se indicaba esta técnica, pero ahora se ha visto que puede realizarse con seguridad”. En cuanto a las contraindicaciones, Muñoz de Nova apunta a la reintervención: “Probablemente, no es la técnica idónea para volver a intervenir a un paciente ya operado”.

Para Elena Martín, esta intervención se enmarca dentro de la “explosión del abordaje mínimamente invasivo que se vive desde hace una década en muchos ámbitos quirúrgicos, y que vamos incorporando al Servicio siempre sobre la base de una formación sólida y de una rigurosa selección de pacientes”.

Tiroidectomía transoral.

En ello abunda Muñoz de Nova, quien recuerda también que es una innovación demandada por los pacientes, “que siempre nos piden cicatrices más pequeñas”. A pesar de que la técnica puede chocarles de entrada -incluso puede extrañar en el entorno profesional: el cirujano recuerda un editorial en JAMA Surgery titulado Tiroidectomía transoral, no tan loco como suena-, Muñoz de Nova opina que “se acabará imponiendo dentro de las opciones endoscópicas de la cirugía tiroidea”.

Endoscopia sin cicatrices

Los dos casos intervenidos en el Hospital de La Princesa han consistido en una hemitiroidectomía. La principal ventaja de la técnica es la estética, pues las cicatrices no son visibles. El cirujano entra por el vestíbulo bucal, desde donde se tuneliza el tejido subcutáneo hasta llegar a la tiroides. Una vez alcanzada, el procedimiento sigue los mismos pasos que la intervención convencional (apertura de los músculos, luxación de la glándula).El instrumental endoscópico empleado también es el habitual.

Otras vías de acceso

Además de la tiroidectomía transoral hay otras técnicas endoscópicas. Una de ellas es la transaxilar pura, con la que tienen experiencia en el Hospital Clínico de Barcelona, en el Mutua Tarrasa y en la Clínica Universidad de Navarra. Otro abordaje es el bilateral áxilo-mamario (BABA), que se está efectuando de forma pionera y con buenos resultados en España en el Hospital General Gregorio Marañón, de Madrid.

En opinión del cirujano José Luis Muñoz de Nova, la ventaja de la vía transoral con respecto a los demás abordajes reside en la menor invasión de aquella, al margen de que el tiempo quirúrgico también parece incrementarse en menor grado. Sobre el uso del robot, recuerda que en centros como la Universidad Johns Hopkins se emplea ya el abordaje transoral robótico con resultados superponibles en cuanto a complicaciones a los logrados con la endoscópica convencional.

marzo 17/ 2019 (diario médico)

 

 

marzo 18, 2019 | Lic. Heidy Ramírez Vázquez | Filed under: Problemas de Salud | Etiquetas: |

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