El sistema de almacenamiento Data Lake no es un término novedoso pero ahora se ha vuelto a poner el foco en él.

iStock-648208946Existen muchas visiones, una desde la Administración Pública, otra desde la empresa privada y también desde el campo de la investigación y el conocimiento, y en todas ellas hay elementos comunes. Desde el punto de vista de la sanidad pública, Antonio Bueno Iglesias, jefe de Servicio de Infraestructuras y Arquitecturas TIC, subdirector general y Tecnologías de la Información y de la Secretaria General Técnica de la Consellería de Sanidade, reconoce que hay muchos datos recopilados que ya se pueden utilizar, pero considera que el Big Data no son solo datos, sino que estos mismos tienen que ser capaces de generar valor y, por supuesto, deben ser veraces: «Hay quien piensa que los datos por sí solos ya velen pero no es así, hay que saber usarlos. Son una ayuda al médico, el Big Data no va a sustituir al médico».

Los datos relacionados con la salud han de ser excesivamente cautelosos y tienen que estar cuidadosos. Juan Fernando Muñoz Montalvo, subdirector general de Tecnologías de la Información del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, reconoce que «en el campo de la salud no nos podemos equivocar«. Está convencido de que la sociedad mira con recelo el uso de los datos y por ello hay que informar sobre quién está presente en cada paso y sobre quién usa los datos. Es aquí donde entran el aspecto bioético, la comunicación con el ciudadano y la formación.

Estamos en un momento proclive a la investigación y al cambio. Muchas de las tecnologías que se aplican hoy son antiguas, pero es ahora cuando se tiene más acceso a ellas, fruto del abaratamiento de los costes. En la actualidad hay más accesibilidad y se conocen más. Por ello, para Miguel Ángel Sicilia Urban, catedrático de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad de Alcalá, «el problema ahora no está en la tecnología sino en las personas, que deben sacar productividad a todas las herramientas«. Todo ha evolucionado, según Sicilia, antes solo importaban los resultados prácticos y se dejaban de lado las explicaciones, «queríamos que el algoritmo predijera algo aunque no hubiera un porqué«.

Por ello, hay que colocar el algoritmo en la cadena de la investigación sanitaria donde sea útil. En España en los últimos años se ha trabajado en la interoperabilidad, y cada vez hay menos problemas con el traspaso de datos entre entidades, algo que suponía uno de los principales problemas para analizar datos. Ahora está casi resuelto, sin embargo, cuando se publican datos siempre hay un riesgo de identificación del paciente, aunque es bajo. Sicilia reflexiona sobre dónde residen los datos de los pacientes, y reconoce que, aunque estén en manos de las instituciones, somos los ciudadanos los únicos dueños, y por tanto, tenemos que dar consentimiento para poder ser utilizados. «Ahora estamos entregando los datos de manera gratuita y eso se tiene que acabar, debemos recibir un retorno como ciudadanos«, sentencia.

Las máquinas nunca sustituirán a los hombres

Desde el punto de vista crítico, Víctor Maojo García, catedrático de Inteligencia Artificial y Director del Grupo de Informática Biomédica de la Universidad Politécnica de Madrid, reconoce que existe un cierto exceso de entusiasmo por parte de las compañías que no se corresponde con la realidad en estos momentos. «Las máquinas nunca sustituirán a los hombres«, sentencia. Reconoce que el Data Lake no es nuevo, sino que llevan muchos años trabajando con ello, «hemos recogido durante años mucho datos y ahora vemos que están llenos de basura«. Señala que en el campo de la salud existen diferencias respecto al mundo de la empresa, ya que estos datos tienen incertidumbre, «tenemos los datos pero no las hipótesis, lo importante no es solo el dato sino dar con la teoría adecuada«.

Francisco Javier García Vieira, director Servicios Públicos Digitales en Red.es, asegura que es importante que el sector público aproveche todo el arsenal tecnológico que ya se han generado y que además es necesario abandonar los aspectos negativos. Matiza que es importante tratar los datos con cuidado, de cara a la privacidad del paciente, pero con el objetivo de llegar a cumplir metas. «El Sistema Nacional de Salud ofrece la posibilidad de disponer de toda esta información mucho más que en otros países donde no está tan bien organizado, ni es tan accesible. Tenemos una ventaja competitiva que tenemos que aprovechar«.

Desde el punto de vista de la empresa, Julián Isla Gómez, Data & AI Resource Manager Microsoft, reconoce que la industria puede ser un riesgo evidente y que en el terreno de la salud se ha ido lentamente en el ámbito de la inteligencia artificial. Asimismo, asegura que en estos momentos hay una gran oportunidad para que la sanidad alcance buenos niveles y que los datos puedan fluir. «La inteligencia artificial es una oportunidad porque permite, en ocasiones, exportar modelos y no datos. Así se podrán realizar estudios«. Concluye, señalando que las bases de datos y las nuevas tecnologías van a suponer un cambio de paradigma en el tratamiento de la información. «Se quiere empoderar al ciudadano para que use sus datos pero esto tiene un riesgo, ¿qué pasa si una empresa pide los datos a un paciente, ofrece por ellos un valor y el usuario se los da porque la entidad ofrece más que el sistema Nacional de Salud? El dato tiene un valor y debe estar protegido desde el sector público«, sentencia.
marzo 17/2019 (immedicohospitalario.es)

marzo 18, 2019 | Lic. Heidy Ramírez Vázquez | Filed under: Informática Médica | Etiquetas: , |

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